Montevideo, 13 may (EFE).- La organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF) monitorea la situación de las inundaciones en el sur de Brasil por la posibilidad de tener que asistir en la catástrofe que afecta a más de 2,1 millones de personas.
Así lo aseguró a la Agencia EFE este lunes la directora de MSF para América Latina, Nancy Guerrero, quien dijo que la organización en este tipo de casos tiene en pie monitoreos “para, en el caso de que hayan necesidades en temas de salud y que no haya una respuesta por parte de otras organizaciones o de los estados, poder apoyar”.
Según indicó la colombiana, quien asumió este rol en marzo de 2023, los voluntarios de MSF asisten actualmente a las personas afectadas por diversas crisis humanitarias en alrededor de 70 países entre los cuales, dentro de la región latinoamericana, se encuentran Venezuela, Colombia y Brasil.
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En este último, según recoge la organización en su sitio web, MSF ofrece asistencia médica a pacientes indígenas de la Tierra Indígena Yanomami en la Casa de Apoio à Saúde Indígena (CASAI) de Boa Vista y en el estado de Roraima, donde sus equipos buscan junto a autoridades sanitarias locales detectar la presencia de malaria.
Por otro lado, de acuerdo con Guerrero, en los países de Latinoamérica las crisis han sido “muy dinámicas” y si bien MSF ha apoyado “en muchos países en muchas crisis” actualmente el desafío en la mayoría es hacer promoción sobre su trabajo para “despertar esa solidaridad” que hace falta.
“Hoy, por ejemplo, en Uruguay tenemos más de 15.000 personas que están donando a MSF, lo que compone también las más de siete millones de personas en el mundo que nos donan”, dijo sobre las donaciones que, acotó, dan a MSF su “independencia económica y política” para responder sólo en base a las necesidades de la población.
La ciudad brasileña de Porto Alegre cumplió este lunes diez días inundada y es muy probable que su situación se agrave por una nueva crecida del río Guaíba, que podría alcanzar un nuevo nivel récord el martes, según advirtieron las autoridades locales.
Las inundaciones y lluvias torrenciales que han afectado el sur de Brasil desde la última semana de abril han causado daños en más de 400 municipios, con un balance provisional de 148 muertos y 127 desaparecidos.