El Papa Francisco otra vez en polémica; nueva filtración de palabras «coloquiales» del Papa, esta vez pronunciadas durante un encuentro a puerta cerrada con unos setenta jóvenes sacerdotes italianos. «Los chismes son cosas de mujeres», les habría asegurado. La filtración, también interesada, llegó pocas horas después de que Francisco se reuniera con estos sacerdotes.
El Papa estaba reuniéndose con sacerdotes ordenados en los últimos diez años en una iglesia romana, la de ‘Gesù Divin Maestro’. Les estaba hablando sobre la lealtad entre ellos y hacia las personas a las que atienden y la importancia de no criticar a nadie a espaldas de otros. También, de la lealtad con el Papa.
«Sé que en las parroquias (de Roma) muchas veces se entra en cotilleos. Los chismes no ayudan. Los chismes son cosas de mujeres», habría dicho. «En las parroquias unos dicen: ‘pero, ¿qué tiene en la cabeza el Papa? ¡Hay que ver este Papa…!’», habría añadido. «Nosotros tenemos pantalones, tenemos que decirnos las cosas a la cara», les propuso con palabras claras para que quedara claro el concepto.
El encuentro, según explicaron los medios de comunicación del Vaticano, consistió en un diálogo de preguntas y respuestas. La web ‘Silere non possum’, que en el pasado ha filtrado documentos del Vicariato de Roma y ha dado a conocer episodios decisivos de los abusos cometidos por el sacerdote expulsado de los jesuitas Marco Rupnik, publicó algunas de las frases pronunciadas por el Papa, acompañadas de insultos a periodistas y a colaboradores del Pontífice. Lo hace con un artículo firmado con siglas.
Por otro lado, antes de reunirse con sacerdotes, el Papa mantuvo un encuentro muy cordial con un grupo de religiosas, algunas de ellas muy ancianas. «¡No se cansen de hacer el bien!», les pidió.
Aunque la prensa especializada dio mucho menor peso a esta filtración, el episodio muestra que a partir de ahora será habitual que se revelen palabras del Papa de sus encuentros a puerta cerrada. Por ejemplo, podremos esperar alguna tras el encuentro que mantendrá con sacerdotes ordenados durante los últimos 40 años, que tendrá lugar el 11 de junio.
El episodio sin duda ha generado malestar en el Vaticano pues las filtraciones, también las auténticas, son siempre interesadas.