La toma de posesión del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha deslumbrado con un ambiente de reinado al estilo europeo.
Bukele inició un segundo mandato este sábado con un poder casi absoluto y sin oposición, pero confrontado al desafío de mantener la seguridad en el país y lograr la prosperidad económica que prometió.
El inicio de la ceremonia de investidura se vio adornado con todo el protocolo aplicado, dejando a muchos mandatarios de la región con una tarea pendiente para superar los altos niveles que allí se presentaron.