Madrid (EFE).- Hoy se cumplen diez años desde que Juan Carlos I anunció su abdicación en favor de su hijo, Felipe VI. Este aniversario coincide con su ‘exilio’ en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), donde reside desde hace casi cuatro años, sin indicios de un regreso a España en el corto o medio plazo.
Una década después de renunciar al trono, don Juan Carlos ha dejado de representar a la Corona y de participar en actos públicos, no tiene asignación del Estado y su hijo ha renunciado a su herencia por su comportamiento al manejar dinero en el extranjero a espaldas del fisco.
El anterior jefe del Estado, de 86 años, sigue siendo miembro de la familia real y conserva el título de rey con carácter vitalicio.
Por este motivo, el nuevo jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino, en el cargo desde el pasado 20 de febrero, le telefoneó hace unas semanas en una llamada de cortesía que don Juan Carlos ha considerado un gesto “positivo”, han informado a la agencia EFE fuentes del entorno del emérito.
No se contempla la rehabilitación institucional
A pesar de este contacto, no se contempla la rehabilitación institucional de don Juan Carlos, quien no asistirá a los actos con los que se conmemorará el décimo aniversario del reinado de Felipe VI el 19 de junio, como tampoco estuvo en los de la jura de la Constitución de la princesa Leonor el pasado 31 de octubre.
El emérito asume que mientras que Pedro Sánchez esté en el Palacio de la Moncloa, “no se va a regularizar su situación” y seguirá con su residencia fuera de España, apuntan las fuentes.
“Es una carrera a ver quién aguanta más”, añade una de las personas que le ha visitado en su residencia de Abu Dabi para describir el veto que le impone el actual Gobierno avalado por Felipe VI.