Por Carlos Arturo Guisarre. Shein, la tienda de comercio electrónico de “moda rápida”, prepara una oferta pública de acciones en la bolsa de Londres, Reino Unido, con lo cual pretende alcanzar un valor contable de 50,000 millones de libras esterlinas, es decir, US$63,700 millones.
El principal escollo que enfrenta la empresa, que se equipara con Amazon y Alibaba en el mercado textil, es la aprobación del regulador financiero de Gran Bretaña, que pudiera tomar entre sus consideraciones el riesgo geopolítico de autorizar la puesta en circulación de valores de una empresa ligada a China.
Es que ya Shein tuvo un costoso fracaso. En 2023, intentó colocar acciones en la bolsa de Nueva York, o Wall Street, con lo que buscaba una valoración contable similar a la que pretende alcanzar en Reino Unido, pero inversionistas institucionales y personales de Estados Unidos se refrenaron de adquirir dichos activos, por temor a represalias del Tesoro estadounidense, en el marco de posibles sanciones a China a causa de la disputa entre ambas superpotencias.
Shein cambió su sede central de China a Singapur con fines de evitar esos temores, pero TikTok hizo lo mismo y eso no evitó que el Congreso estadounidense le dé un plazo a la red social para vender su filial norteamericana a un grupo de ese país.
La tienda online de ropa también carga con grandes conflictos concernientes a violaciones de propiedad industrial y el empleo de trabajo infantil por parte de algunos suplidores, casos que corrigen cuando se convierten en escándalos.