La Fiscalía del Distrito Nacional solicitó apertura a juicio en contra de la denominada neurocientífica Elizabeth Silverio, por usurpar funciones en el área de la salud, a través del Centro de Terapias Neurocognitivas y Psicopedagógicas Kogland.
Este caso fue presentado por N Investiga en mayo del pasado año, y le da continuo seguimiento, en esta ocasión, presenta nuevos testimonios de padres afectados, tanto emocional como económicamente.
Juntamente, de las secuelas emocionales y de salud, estas familias siguen sufriendo pérdidas económicas, a quienes la falsa neurocientifica les cobraba, según el perfil económico.
Algunos de los padres estafados por Silverio, relatan que han debido incurrir en numerosos procesos de análisis y consultas para poder integrar sus niños a un nuevo centro para recibir los tratamiento y terapias adecuados, ya que los anteriores carecen de valía.
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“Ella nos pidió dinero primeramente para unos análisis, los cuales eran todos falsos. Porque cuando fuimos los padres. O sea, que ya explotó la bomba y cuando fuimos todos teníamos el mismo diagnóstico”, así lo relata de manera anónima una de las madres engañadas por Silverio.
Yokasta Marte, madre niño afectado, corrobora el testimonio anterior y comenta tuvo que “hacerle todo desde cero porque ningún documento que me dieron donde Elizabeth tuvo validez, absolutamente ninguno me lo validaron”.
Otro de los padres afectados es Ignacio Encarnación, quién expresó que, en el caso de su hija, esta “se sintió engañada. ¿Me pregunto por qué ella me engañó? Entonces, a partir de ahí y el niño empieza a hacerse preguntas de las que no tienen la más mínima respuesta. Ahí vienen las heridas emocionales”.
Esto es confirmado por la presidenta de la Sociedad Dominicana de Neurociencias, Rosalba Gautreaux, quien establece que la negligencia, el intrusismo y la mala praxis cometidos por Elizabeth Silverio pueden tener graves consecuencias en el desarrollo de estos niños, incluyendo lo que en medicina se conoce como iatrogenia, una alteración negativa del estado del paciente producido por el profesional de la salud.
En ese sentido, la doctora Gautreaux, añadió que el daño que se produce bajo esas circunstancias muchas veces “no se recupera, porque nosotros a veces decimos que el abuso tiene muchos matices y hay un abuso que es el de negligencia, que deja unas marcas y unas secuelas en el cerebro del ser humano”.
Es un proceso, donde hasta el momento hay unos 14 querellantes, incluyendo el Ministerio de Salud Pública y los padres de 13 niños afectados que pagaron desde 85,900 hasta 390 mil pesos por una supuesta evaluación cognitiva, inscripción y materiales.
Luego del reportaje realizado por N Investiga, las autoridades disponen el cierre del centro que esta dirigía e interponen una denuncia por violación a la Ley General de Salud, ya que no era profesional de la salud ni contaba con las acreditaciones requeridas.
El 21 de junio de 2023, es arrestada y, dos meses después, el 22 de agosto de ese año le varían la medida a prisión domiciliaria. Finalmente, este jueves 27 de mayo, la fiscalía depositó solicitó auto de apertura a juicio de fondo para el próximo 26 de junio.
La calificación jurídica de Elizabeth Silverio es falsificación de documentos públicos pues sus supuestos títulos de prestigiosas universidades como Cambridge, Florida y Valencia en España no eran auténticos, como mostramos en el reportaje, con las evidentes faltas ortográficas y reconfirmamos al contactar a estas casas de estudios superiores. También se le acusa de estafa, los cuales constituyen violaciones a los artículos 147, 148, 150, 151 y 405 del Código Penal y podría enfrentar una sanción de 2 hasta 10 años de cárcel.
Silverio ha reaparecido en redes sociales con un nuevo mensaje, donde se limita a recomendar a mujeres a actuar con inteligencia y evitar celar, y no haciéndose pasar por pastora y neurocientifica, abordando temas tan especializados como el síndrome del espectro autista y otras condiciones, o cuando decía tener unas 7 especialidades, maestrías e incluso doctorados en prestigiosas universidades de Inglaterra, Estados Unidos y España.
Los padres de las víctimas sólo esperan que esta falsa profesional de la salud sea condenada por el daño causado a estas familias y que se haga un antecedente contra desaprensivos que se aprovechan de la desesperación y el deseo de estos padres de lograr el bienestar de sus hijos en un país con muchas carencias de centros de atención y donde muchas veces es un lujo que estos niños reciban una atención y educación de calidad.