Washington, EFE.- Estados Unidos decidió finalmente extender 18 meses el Estatus de Protección Temporal (TPS) para Haití por la crisis de violencia que atraviesa el país, informó el departamento de Seguridad Nacional en un comunicado.
“Varias regiones de Haití siguen enfrentando violencia o inseguridad, y muchas tienen acceso limitado a la seguridad, la atención médica, los alimentos y el agua“, apuntó el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
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El funcionario del Gobierno de Biden había sugerido previamente que Estados Unidos estaba considerando no renovar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para Haití, que protege a los migrantes de la deportación y les otorga permiso de trabajo mientras superan crisis políticas o desastres naturales en sus países de origen.
Finalmente y “después de consultar con socios interinstitucionales”, se decidió una extensión por 18 meses, desde el 4 de agosto de 2024 hasta el 3 de febrero de 2026, “debido a condiciones extraordinarias y temporales”.
“Haití es particularmente propenso a inundaciones y deslizamientos de tierra y, a menudo, sufre daños importantes debido a tormentas, inundaciones y terremotos. Estos desafíos humanitarios superpuestos han resultado en necesidades humanitarias urgentes y constantes”, afirmó Mayorkas.
Esta extensión permitirá que aproximadamente 309.000 nacionales haitianos adicionales (o personas sin nacionalidad que residieron habitualmente por última vez en Haití) presenten solicitudes iniciales para TPS, si son elegibles y si establecieron su residencia en los Estados Unidos antes del 3 de junio de 2024.
Los haitianos que no residían en Estados Unidos antes del 3 de junio de 2024, afirma el comunicado, no son elegibles para dicha protección y “enfrentarán su expulsión a Haití si no establecen una base legal para quedarse”.
De hecho, el pasado mes de abril Estados Unidos reanudó la deportación de haitianos vía aérea, tras un receso de cerca de tres meses de no repatriar migrantes al país caribeño afectado por la violencia. Las deportaciones de migrantes haitianos desde EE.UU. se habían suspendido después de la escalada de violencia que llevó a la renuncia del primer ministro de Haití, Ariel Henry.