El Gobierno alemán investigará la selección de la compañía china Ming Yang Smart Energy por parte del fondo Luxcara para levantar una instalación eólica marina, ante la preocupación creciente por el rol que las empresas del ‘gigante’ asiático tienen en Europa.
El Ministerio de Economía germano ha asegurado que “ha tomado nota” del acuerdo suscrito entre ambas partes para la entrega de 16 turbinas y ha manifestado que lo supervisará “muy de cerca”, según ha explicado un portavoz.
Además de la participación de la empresa china en una infraestructura considerada crítica para los intereses nacionales, el Gobierno ha indicado que velará también por garantizar la libre competencia en los mercados.
En cualquier caso, el proceso de revisión forma parte de la “normalidad” de este tipo de procedimientos, según ha subrayado el representante gubernamental. De forma similar, Berlín comunicó ayer el veto a la venta de la división de MAN Energy Solutions (Volkswagen) encargada de la fabricación de turbinas de gas a una empresa estatal china con vínculos con la industria militar de Beijing.
La china CSIC Longjiang GH Gas Turbine, filial de la China State Shipbuilding Corporation, se especializa en turbinas de gas de pequeño y tamaño mediano que, entre otros fines, se destinan a buques de la Armada china.
El plan de venta de las operaciones de MAN en Oberhausen (Alemania) y Zúrich (Suiza), anunciado el 20 de junio, ha sido bloqueado por el Ejecutivo de Olaf Scholz aduciendo motivos de seguridad nacional en base a las disposiciones recogidas en la Ley de Pagos y Comercio Extranjeros.
La Cámara de Comercio china muestra su decepción con los aranceles a los coches eléctricos
La Cámara de Comercio de China ante la Unión Europea dijo este jueves que está “profundamente decepcionada” por los aranceles adicionales de hasta el 37,6 % que la Comisión Europea impuso hoy de forma provisional a la importación de vehículos eléctricos desde el gigante asiático.
“Nos oponemos firmemente a esta medida comercial proteccionista políticamente motivada”, dijo la Cámara de Comercio en un comunicado que publicó hoy.
La organización celebró los contactos que la Comisión Europea y Beijing han mantenido a nivel técnico desde que Bruselas anunciase su intención de imponer los aranceles el pasado 12 de junio, y esperó que alcancen “rápidamente una solución constructiva” antes de que la medida entre definitivamente en vigor en noviembre.
La Cámara de Comercio aseguró que la imposición de aranceles a la importación de vehículos eléctricos desde China “no impulsará la competitividad de la industria manufacturera europea”, sino que “afectará negativamente al mercado europeo de vehículos eléctricos, socavará los intereses de los consumidores europeos y obstaculizará los esfuerzos de la UE para reducir las emisiones de carbono”.
También aseguró que la decisión “complicará” la exportación a China de vehículos eléctricos que se produzcan en Europa, lo que supondrá un “desafío importante a la futura cooperación entre China y Europea” en este sector.
“Esto incluye la capacidad de las empresas europeas para desarrollar vehículos eléctricos globalmente competitivos aprovechando las ventajas de la cadena de suministro de la fabricación china de vehículos eléctricos”, apuntó la Cámara de Comercio.
El organismo señaló que el sector de vehículos eléctricos de su país “prospera gracias a la innovación, décadas de participación rigurosa en la competencia del mercado interno y las amplias capacidades de la cadena de suministro de vehículos eléctricos de China, en lugar de depender de subsidios”.
Y añadió que China “lidera el mundo en la cantidad de solicitudes de patentes de vehículos eléctricos, con inversiones en investigación y desarrollo, estableciendo su liderazgo en baterías eléctricas, motores controles electrónicos y tecnologías inteligentes”.
La Comisión Europea decidió hoy imponer aranceles adicionales del 17,4% a la importación de vehículos eléctricos del fabricante chino BYD, del 19,9% para Geely y del 37,6% para SAIC, tras llegar a la conclusión de que reciben subvenciones desleales que dañan a los fabricantes europeos.
Bruselas basó su decisión en una investigación que inició el pasado mes de octubre y la medida entrará en vigor de forma definitiva el próximo mes de noviembre si no llega a un acuerdo con Beijing y los países de la UE aprueban por mayoría cualificada la medida, a la que Alemania se opone.
FUENTE / INFOBAE