Para los infectólogos Clemente Terrero y Héctor Balcácer el Gobierno debió revisar antes de dar la alerta epidemiológica por la posible presencia en el país del ántrax, enfermedad infecciosa grave causada por una bacteria.
‘‘Dar una alerta de esa magnitud debió haberse revisado un poco; cuando vimos eso nos sorprendimos y salimos a decir que no había necesidad de alarmar a la población, debido a las características de la enfermedad’’ manifestó el doctor Terrero.
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Aseguró que el nivel de letalidad es muy leve, al igual que las infecciones de piel. Los casos de gravedad son muy inusuales. Entiende que la población dominicana no debe alarmarse porque el riesgo que tiene con esta enfermedad es muy poco. Además, el potencial de contagio es muy bajo y la capacidad de propagación muy mínima.
Explicó que cuando se evalúa una enfermedad, hay que apoyarse en varios elementos básicos. En este caso, cuando se trata de contagio, transmisión y de riesgo, tiene que apoyarse en el mecanismo y la capacidad de contagio de ese agente infeccioso; por lo que no sabe por qué no se valoró eso antes de dar esa alerta epidemiológica.
De igual modo, el infectólogo Héctor Balcácer afirmó que el ántrax, transmitido de animales a humanos, es tratable con antibióticos que existen en todas partes en el territorio nacional.
“Una fuente del Ministerio de Salud Pública me confirmó que el Laboratorio Nacional tiene capacidad de diagnóstico, a través de pruebas PCR, así como antibióticos, que se encuentran hasta en los colmados“, puntualizó Balcácer.
Manifestó que en países donde la presencia de la bacteria es habitual por la gran cantidad de ganado, Pakistán o Afganistán, la cantidad de casos son limitados.
Esta bacteria se presenta en tres formas clínicas principales, según señaló el infectólogo.
-Ántrax Cutáneo: En el 90-95% de los casos se presenta como lesiones de color carbón y consistencia pétrea o endurecida.
Ántrax respiratorio: Representa entre el 1% y el 3% de los casos, se produce cuando la espora es respirada, la bacteria llega a los pulmones y produce sangrado en el corazón e intestinos, generando el fallecimiento del paciente.
Gastrointestinal: Esta forma clínica puede ocasionar casos severos, debido a que las esporas son ingeridas a través de productos contaminados, leches o carnes.
Explicó que el contagio de persona a persona sigue siendo un evento raro, a menos que un paciente haya tenido contacto con alguien sin protección al momento de drenar la herida causada por la bacteria.
