La distribución de las vacunas, que incluye más de 25,000 viales, enfrenta desafíos significativos debido a la prolongada guerra y los combates que han obstaculizado las labores humanitarias durante más de 10 meses.
Se desconoce aún cómo se llevará a cabo la logística de esta distribución en un territorio gravemente afectado por los conflictos.
Las autoridades sanitarias temen que pueda haber más casos de polio en Gaza, especialmente después de que se detectara el virus en aguas residuales en seis ubicaciones diferentes en julio.
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En respuesta, los grupos de ayuda humanitaria están preparando una campaña de vacunación que apunta a más de 600,000 niños menores de 10 años.
Estos organismos han solicitado una pausa urgente en las hostilidades para facilitar la vacunación, con la ONU pidiendo al menos siete días de cese al fuego.
La ONU también está trabajando para llevar 1,6 millones de dosis adicionales de vacunas a Gaza, donde la crisis humanitaria ha provocado que cientos de miles de palestinos se alojen en campamentos de refugiados sin acceso adecuado a agua potable o saneamiento.
Las condiciones insalubres han llevado a que algunos residentes usen aguas residuales para beber y lavar utensilios, aumentando el riesgo de propagación de la enfermedad.
La polio, altamente contagiosa y transmitida a través de heces, agua o alimentos contaminados, puede causar parálisis irreversible y dificultades respiratorias, especialmente en niños pequeños, y en algunos casos puede ser mortal.
GP
