El gremio de camioneros de Colombia mantiene este miércoles 4 de septiembre, por tercer día, un paro por el aumento del precio de venta al público del diésel. El paro, al que se unieron taxistas y motociclistas en esta nueva jornada, incluye bloqueos que han afectado a 6 departamentos del país y en los que también ha participado conductores de autobuses y otros vehículos pesados.
El Gobierno defiende que el subsidio a ese combustible ha creado un problema fiscal de cerca de 115 billones de pesos. Este miércoles está prevista la reanudación de las conversaciones entre transportadores y el Gobierno para superar el conflicto.
Los transportistas de Colombia se mantienen en pie de guerra contra el Gobierno de Gustavo Petro por el alza del precio del diésel. Desde el lunes este gremio realiza el mayor paro contra el que se ha enfrentado el mandatario y este martes se han unido los conductores de autobuses y otros vehículos pesados.
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Alejandro Quiroga, presidente de la Asamblea Nacional de Transporte, que aglutina a los camioneros del país, aseguró este miércoles que el aumento “deja al pequeño transportador cerca de la quiebra, lo que impactaría no solo en el sector del transporte terrestre sino en toda la economía colombiana”.
Además, criticó que el alza no fue consensuada con los más afectados, los transportistas independientes.
“El Gobierno estuvo por un año en cabeza del ministro de Hacienda reunido con los que agrupan grandes empresas de transporte, que son un número minoritario de propietarios de vehículos y desconoció a toda la base transportadora, que son los transportadores independientes que agremian organizaciones cooperativas, asociaciones, fundaciones, sindicatos de pequeños transportadores”, dijo el líder gremial a Caracol Radio.
La medida había sido anunciada ya en diciembre de 2023 por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y entró en vigor el sábado 31 de agosto. En total, el Gobierno busca aumentar el precio del diésel en 6.000 pesos ( en torno a 1,44 dólares) en tres aumentos de 2.000 pesos cada uno hasta 2025. Este primer aumento de 1.904 pesos en promedio de las 13 principales ciudades del país deja el precio medio del galón en 11.360 pesos, en torno a 2,7 dólares.
Los cierres de carreteras afectan hasta a 6 departamentos del país: Norte de Santander, Santander, Boyacá, Cundinamarca, Nariño y Bogotá. La capital ha sido la más afectada con cerca de dos decenas de puntos con cortes reportados.
Según un reporte del alcalde Carlos Fernando Galán, más de 500 vehículos han bloqueado las principales entradas y salidas a la capital y el gremio de motociclistas y conductores de aplicaciones en Bogotá anunció que se unirán a la protesta el miércoles, también en disonancia con las acciones de la secretaría local de movilidad.
Un subsidio que “nunca se debió haber dado”
El diálogo entre el Gobierno y manifestantes será duro, pues el propio presidente Petro considera que el subsidio que se quiere eliminar “nunca se debió haber dado”. Así lo aseguró en su cuenta de la red social X, en donde mandó un mensaje contundente: “el país no se dejará bloquear”.
“El alza del diésel es justa porque sólo se está recuperando el dinero de un subsidio que nunca se debió haber dado y que ya suma una gran fracción de la deuda pública de Colombia. Dar comida a la gente con hambre y educación a nuestra niñez y juventud nos obliga a equiparar los precios del diésel. Las medidas adecuadas para afrontar un “Lock out”: un paro empresarial, se toman desde hoy. Los pequeños camioneros independientes siempre serán recibidos en el ministerio de transporte”, aseguró el presidente en su trino.
Pese a las posiciones alejadas, Gobierno y representantes del gremio se reunieron este martes. Según medios locales, las posiciones de estos últimos varían desde posiciones que abogan por una huelga indefinida hasta que se derogue la medida hasta quienes abogan por que se retrase la medida mientras se mantiene el diálogo.
La ministra de Transporte, María Constanza García, ha hecho un llamado a que se garantice la movilidad en la capital. “En ningún momento hemos limitado el derecho a la protesta, el derecho a la movilización, pero sí les pedimos, por favor, que eviten este tipo de prácticas que ponen en jaque la movilidad” en perjuicio de todos los ciudadanos, aseguró.
Ahorro fiscal y poco impacto en la inflación
Según un reporte del propio ministerio de Hacienda, “cuando un consumidor compra diésel en una estación de servicio, el consumidor paga menos del 50% del precio que cobra el refinador o importador de ese combustible“. Por ello, según los cálculos del ministerio, desde que el anterior mandatario, Iván Duque, implementara la medida en 2020, se ha creado “un problema fiscal histórico que ha representado acumuladamente, en pesos de 2024, cerca de 115 billones (de pesos)”.
Desde la cartera económica apuntan además que este tipo de subsidios son contrarios a la transición energética y que revertirla supondrá un ahorro fiscal de 1,6 billones de pesos colombianos hasta final de año y tan solo un incremento de 0,3 puntos porcentuales en la inflación anual.
En este punto, en otra publicación en redes sociales, Gustavo Petro culpó a Iván Duque de la situación de la deuda en el país y alertó que es necesario disminuir la deuda pública para financiar la salud y la educación de los colombianos.
EFE
Por: Elvin Minaya
