Por Raúl Germán Bautista.- La joven y dinámica canciller de la República de Haití, Dominique Dupuy, se ha erigido como la “Dama de Hierro” del cuerpo diplomático de su país en contra de las políticas migratorias de la República Dominicana.
Cuando salió a la luz, Dupuy, de 34 años, aparentaba una exreina de belleza de los años 2010, con sus lentes color vino y sonrisa hasta angelical.
Pero, al pasar los días, cuando tomó el piso del asunto diplomático, la canciller no ha dejado “respirar al país”, y lo está vapuleando en todos los escenarios, dejando detrás esa imagen angelical para convertirse en un basilisco. ¡Cuidado con mirarla mucho, Roberto Álvarez!, canciller dominicano.
Dominique Dupuy entiende que la República Dominicana no tiene ningún derecho a deportar, expulsar o sacar de su territorio a los ciudadanos ilegales, sobre todo a los haitianos, y las considera “discriminatorias y deshumanizantes”.
No faltará el que diga que el canciller Roberto Álvarez le debe dedicar la canción a Dominique Dupuy: “Insoportablemente bella”.
Ella, través de su cuenta de X, declaró que lo que hace la República Dominicana va en contra de los estándares internacionales de derechos humanos y el respeto a la dignidad humana.
“Las brutales escenas de redadas y deportaciones que estamos presenciando son una afrenta a la dignidad humana. Esta política migratoria del gobierno dominicano contraviene los estándares internacionales de derechos humanos, así como el imperativo del respeto a la dignidad humana. Condenamos enérgicamente estos actos deshumanizantes y exigimos respeto y justicia”, expresó la canciller.
Recientemente, ella se reunió con funcionarios del Departamento de Estado y la Casa Blanca: con Mark Wells y Bárbara Feinstein, de Asuntos Hemisféricos, Caribeños y Haití, Michele Sison, subsecretaria de Estado para Asuntos Internacionales, y Joshua Black, del Consejo de Seguridad Nacional; también con Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde realizó sus planteamientos contra el país.
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DE LO QUE NO HABLA LA CANCILLER.-
Dominique Dupuy no dice (o no ha dicho) que la República Dominicana es el país más solidario con Haití, que somos su principal soporte económico, a través del mercado binacional y otras medidas importantes.
Que la República Dominicana le tiene, a “la carta”, todos los hospitales para las parturientas haitianas que vienen a RD, con papales o sin ellos.
Que se invierten grandes cantidades de recursos en los haitianos que padecen VIH, que en el país son más del 28% de todos los casos confirmados.
No dice la canciller que los hijos de ascendencia haitiana, la inmensa mayoría sin documentos confiables, entran a las escuelas dominicanas sin problemas, aunque eso sugiera dejar afuera los propios dominicanos.
Pero fue el país que le donó, en enero de 2012, una universidad al pueblo haitiano, valorada en más de 50 millones de dólares.
Sin contar que la República Dominicana es el país que acoge a cuanto inmigrante haitiano pueda entrar al país, producto de los niveles de violencia que vive la vecina nación.
Y lejos de hablar de los verdaderos y principales problemas haitianos, la canciller solo tiene en su cabeza las medidas legales migratorias que toma la República Dominicana.
DOMINIQUE DUPUY.-
Dupuy nació en Puerto Príncipe, pero se crio en Cabo Haitiano, y a la edad de 13 años se trasladó a Canadá, donde en 2012 se graduó en Desarrollo Internacional en la Universidad McGill, localizada en Montreal, provincia de Quebec.
En 2020, Dupuy fue nominado por el presidente de entonces, Jovenel Moïse, para servir como representante permanente de Haití ante la UNESCO en París.
En 2024, fue nominada para servir en el Consejo Presidencial de Transición, el 20 de marzo, para reemplazar a Marie Ghislaine Mompremier, pero renunció el 26 de marzo de 2024, citando amenazas de muerte y preocupaciones por su seguridad personal.
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