Por Raúl Germán Bautista.- Las recientes declaraciones de la canciller de Haití, Dominique Dupuy, sobre la política migratoria que implementa la República Dominicana, además de tener visos de injerencia, es parte de una estrategia orquestada para avivar los niveles de tensión entre ambas naciones.
La canciller Dupuy como el primer ministro de Haití, Garry Conille, encabezaron un Fórum Citoyen, en donde atacaron ferozmente a la República Dominicana, y hasta dieron supuestas cifras de que las deportaciones han bajado por la presión que ellos han encaminado con organismos internacionales.
Sin embargo, el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, dijo que, en octubre se han deportado más de 40 mil haitianos.
“Es inaceptable. Desde que se hizo el anuncio de las deportaciones masivas, que violan acuerdos internacionales sobre derechos humanos. No se respetan los derechos humanos; vemos a bebés separados de sus madres. Niños de cinco años sufren. Esto es inadmisible y hieren la humanidad y la dignidad”, explicaba la canciller ante un grupo de ciudadanos haitianos que participaron en el Fórum.
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Un Fórum Citoyen es una nueva forma de participación ciudadana que se ha popularizado en Ginebra, Suiza (utilizado por ellos ahora), cuyo objetivo es crear una asamblea que refleje lo más posible las características de la población, fomentando la participación ciudadana e incluyendo a todos los grupos de la población, especialmente a los más vulnerables.
Es decir que esta es una manera de llevar informaciones, con corte de convencimiento de uno o varios temas, aunque en esta ocasión era la migración el asunto neurálgico.
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“Decidimos denunciar y defender principios olvidados desde 1804. Esta decisión no busca agradar a todos. Denunciamos todo esto en la OEA (Organización de los Estados Americanos), Estados Unidos, Canadá, y la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Decidimos usar como palanca todos estos mecanismos internacionales. Personalmente le escribí a la OEA, la ONU y ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) sobre los refugiados”, declaró.
También, dijo que le escribió, sobre el tema de las deportaciones, a la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y a la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
“Hice todo lo posible para insistir y, con el permiso del primer ministro, contactamos abogados internacionales sin vínculos con Haití u otros países, ni universidades locales o extranjeras, que documentaron el abuso para tener un caso sólido”, agregó.
En su discurso no mencionó los casos emblemáticos de deportaciones, incluso “a rabia”, desde Estados Unidos, islas Turcas y Caicos, Jamaica, las Bahamas, Chile, entre otros países.
Como se ve, el único objetico de es la República Dominicana, para lo cual y contrató abogados internacionales para presentar un “solido” caso ante cortes y organismos internacionales.