En un intento innovador por mejorar la calidad de vida de sus empleados y reducir costos, el condado de San Juan, en Washington, se implementó hace un año una semana laboral de 32 horas, manteniendo los salarios y beneficios de una jornada completa. Este cambio, que surgió de negociaciones con el sindicato y la falta de fondos para mayores aumentos salariales, ha generado resultados sorprendentes tanto para los empleados como para el condado.
Desde la implementación de la semana laboral de cuatro días, el condado ha registrado una serie de mejoras: las solicitudes de empleo han aumentado en un 85.5%, las vacantes se cubren un 23.75% más rápido y el índice de retención ha mejorado en un 48%. Además, la satisfacción de los empleados es evidente, con un 84% afirmando que el equilibrio entre su vida laboral y personal ha mejorado.
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Para trabajadores como Kristen y Eric Rezabek, esta política ha significado menos estrés y más tiempo para pasar en familia o para sus proyectos personales. Kristen, quien además trabaja en el hospital local, dice que se siente “menos agotada” y que el día extra le permite “estar presente” para sus hijos.
Jessica Hudson, directora del condado, destacó la importancia de este cambio. “Proporcionar beneficios no siempre significa aumentar salarios. A veces, ofrecer alternativas puede ser más efectivo para retener talento”, comentó. Hudson añadió que el condado sigue buscando maneras de expandir esta medida, ya que “está cumpliendo muchos de los objetivos” planteados.
A pesar de algunas críticas iniciales, el éxito de esta medida en San Juan resalta una tendencia creciente en Estados Unidos. Encuestas recientes muestran que un tercio de las grandes empresas del país está considerando implementar semanas laborales más cortas para combatir el agotamiento y mejorar la retención de empleados.
CNN EN ESPAÑOL
Por: Itzel Olivo