Por: Ling Almánzar
Detonado por una explosiva mezcla de ira y alcohol, Yoel Colón Rodríguez casi mata a su suegra, una señora de 74 años, a la que le propinó una paliza brutal, en Moca. Por esa acción le llaman “el Abusador de Moca“, a semejanza de lo que sucediera en Baní con Alexis Villalona.
Pasadas las horas, y ya bajo arresto, el agresor confiesa que se llenó de rabia y le dio golpes en la nuca a Yaniris Esperanza Gómez Burdies; y ahora, después de lo que hizo, dice que se arrepiente y pide perdón por su violencia demencial.
“Mi deseo no era matarla. Yo estoy muy arrepentido y pido perdón”, expresa ante la prensa, dejando claro que tuvo oportunidad de arrancarle la vida.
Y narra el hecho. El domingo, su concubina dice que vaya a su trabajo (el Car Wash Chelo). Están hablando normalmente. De pronto, ella se va a dar una vuelta y dice que regresa ahora. Entonces su cuñada, la hermana de su pareja, le dice que se vaya de ahí, que ya no lo quieren; y lo saca del lugar.
Yoel se había bebido unos tragos. Le dice a su cuñada que no hay problema, y se marcha. Va a su casa. La suegra le pregunta qué sucedió, y le reprocha el haber ido al negocio. Ese reproche lo enfurece, llenándolo de cólera e impotencia. De repente, agarra a la doñita y descarga su ira sobre ella, entrándole a golpes sin piedad.
Se la cogió con ella para vengar su impotencia ante su cuñada, a la que quiso hacerle una maldad.
Luego, el hombre se va a un hotel, piensa entregarse a la Policía, lo buscan y tiene que tirarse por un barranco para evitar que lo linchen. Fue un gran abuso.
Dice que no lo pensó al instante y que se arrepiente de haberlo hecho. Señala que lleva dos años y pico con su concubina y que nunca le ha pegado. “El Abusador de Moca” está en manos de la justicia, y su suerte estará echada. Pedirán cárcel preventiva para él.