Por: Jesús Peguero
Gran revuelo ha provocado la sepultura de 13 cadáveres putrefactos, en una fosa común del cementerio de la comunidad Villa Sagrado Corazón de Jesús, perteneciente al distrito municipal del Barro, en Azua.
Hasta el momento no se sabe de dónde llegaron y de cuáles familias son los cadáveres de estas personas, que fueron transportadas anoche, por autoridades judiciales y municipales, en una ambulancia del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), sin cumplir con los trámites correspondientes para sepultarlos.
En las primeras horas de este miércoles, cientos de los comunitarios cerraron la calle principal con troncos de madera, piedras e incendiaron neumáticos, paralizando el tránsito vehicular, lo que trajo como consecuencia que un contingente policial se presentara nuevamente, con el fin de dialogar con ellos, para buscarle una salida satisfactoria.
La putrefacción de los cuerpos que están sepultados en el suelo de una fosa común en fundas plásticas, marcaron desde anoche la realidad de un mal olor nauseabundo, que provocó la movilización de los moradores de la zona.
Ante la situación, agentes policiales, llegaron al lugar para mediar sobre el descontento, pero se vieron obligados repeler a los ciudadanos lanzándoles bombas lacrimógenas.
La coronela María Isabel Gil Morales se comprometió con los moradores de resolver el conflicto y dijo que tuvo una importante conversación con las autoridades municipales, para que esos cuerpos sean trasladados del lugar.