Los riñones son un filtro que se encarga de mantener el equilibrio del agua en el cuerpo, si hay exceso lo sacan al filtrar la sangre, lo que aumenta la producción de orina, también se encargan de eliminar una serie de sustancias tóxicas que se obtienen tanto de la digestión de los alimentos que consumimos como del propio metabolismo celular.
Existen varios alimentos que incrementan el riesgo de desarrollar cálculos renales, estos alimentos contienen altos niveles sustancias químicas, como oxalato y calcio, que pueden contribuir a la formación de piedras en el riñón. Algunos de los alimentos que se deben limitar o evitar incluyen:
Oxalato: Espinacas, remolacha, acelgas, ruibarbo, almendras, cacahuetes, chocolate, té y café.
Sodio: Comida procesados o alimentos rápidos, embutidos, enlatados, y condimentos como la salsa de soja, el aderezo de ensalada y el queso.
Proteínas: Especialmente de origen animal, como carne, pollo, pescado, huevos y productos lácteos.
Bebidas azucaradas: Refrescos, bebidas deportivas y jugos de frutas con azúcar añadida.
Alimentos y bebidas con alto contenido de fructosa: Jarabes de maíz de alta fructosa, miel y jugos de frutas.
Es importante destacar que el cuerpo de cada persona reacciona de manera diferente, por lo que quizá algunos alimentos pueden causar cálculos en una persona y no afectar a otras.
Aquellos que tienen alguna de las siguientes enfermedades son más propensos a tener piedras:
Diabetes.
Presión arterial alta.
Enfermedad cardíaca.
Antecedentes familiares.
Recomendación
Algunos alimentos ricos en oxalato o calcio también son importantes para una dieta saludable, por lo que no es necesario eliminarlos por completo de la dieta; lo más conveniente es acudir con un médico o un nutricionista para determinar las porciones adecuadas para prevenirlos.
Infobae