El secretario general del grupo terrorista libanés Hezbollah, Naim Qassem, pidió este sábado a las nuevas autoridades sirias, representadas principalmente por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), que se levanten en armas contra Israel, que recientemente ha lanzado ataques aéreos en varios puntos de Siria para destruir arsenales abandonados por el antiguo régimen de Bashar al Assad.
“Esperamos que este nuevo partido en el poder vea a Israel como un enemigo y no normalice las relaciones con él”, dijo Qassem en un discurso televisado, sus primeras declaraciones públicas desde la caída de Assad.
Hezbollah ha participado en la guerra civil de Siria como aliado de Al Assad junto a Rusia e Irán (el gran aliado a su vez de las milicias libanesas) pero el conflicto contra Israel en el Líbano llevó a esta milicia chiíta a centrarse en los combates contra el Ejército israelí. Este abandono, junto al de Rusia por la guerra de Ucrania, facilitó enormemente la ofensiva yihadista y rebelde que acabó el domingo con la toma de la capital siria, Damasco, y la puesta en fuga de Al Assad y su familia, ahora en Rusia.
En esa situación, Qassem indicó este domingo que la situación en Siria sigue siendo enormemente caótica y se abstuvo de “emitir juicios” sobre estas nuevas autoridades -que han prometido una transición inmediata- “hasta que se estabilicen y adopten una posición clara”.
Por otro lado, el líder de Hezbollah confirmó que la caída del régimen de Al Assad representa la pérdida del “suministro militar” del grupo terrorista libanés “a través de Siria”, aunque restó importancia a este “detalle”.
Bajo el régimen de Assad, Hezbollah traficaba armas y otros equipos militares procedentes de Irán, a través de Irak y Siria, hasta el Líbano. Pero el 6 de diciembre, los combatientes opositores a Assad tomaron la frontera con Irak y cortaron esa ruta, y dos días después, los rebeldes islamistas capturaron la capital, Damasco. “Sí, Hezbollah ha perdido la ruta de suministro militar a través de Siria en esta etapa, pero esta pérdida es un detalle en el trabajo de la resistencia”, dijo Qassem. “Podría llegar un nuevo régimen y esta ruta podría volver a la normalidad, y podríamos buscar otras vías”, añadió.
“La resistencia es flexible y lo importante es su continuidad”, añadió antes de opinar que la situación actual en Siria “no debería tener efecto alguno” en Líbano más allá de lo comentado y trasladó su deseo de que Siria “consiga la estabilidad en concordia con los deseos de su pueblo”, según su discurso, recogido por la cadena Al Mayadeen.
Hezbollah, respaldado por Irán, ha sufrido importantes golpes durante más de un año de enfrentamientos transfronterizos con Israel, que el grupo terrorista libanés había iniciado a raíz de la guerra en Gaza. A finales de septiembre, los enfrentamientos escalaron rápidamente hasta convertirse en una guerra total.
En su discurso de este sábado, Qassem mantuvo que el acuerdo de alto el fuego con Israel no significa que Hezbollah tenga que deponer las armas.
El acuerdo estipula que durante un periodo de 60 días, el ejército libanés y las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU se desplegarían en el sur del Líbano, mientras que las fuerzas militares israelíes, así como los militantes de Hezbollah, se retirarían de la zona fronteriza – Hezbollah hacia el norte, y las tropas israelíes de vuelta a su país.
Hezbollah fue el único grupo armado libanés que se negó a entregar las armas tras la guerra civil libanesa de 1975-1990, prometiendo seguir luchando contra Israel.
FUENTE/ INFOBAE