Este 19 de diciembre un nuevo escándalo salpicaba a la familia real británica, pues por primera vez los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton, no acuden al almuerzo prenavideño celebrado en Buckingham Palace.
De esta forma rompen con una de las tradiciones más importantes para el clan de los Windsor; recuperada por el rey Carlos III hace tan solo un par de años, tras la muerte de su madre, la reina Isabel II.
Precisamente, fue la monarca la que instauró este evento en el que los miembros de la corona no solo celebran el inicio de los días de descanso, sino que además también aprovechan para despedirse del personal de palacio antes de las vacaciones.
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Los medios de comunicación, que estaban reunidos a las puertas de Buckingham Palace únicamente lograban fotografiar a Carlos III, su esposa Camila Parker Bowles, su secretario privado, Sir Clive Alderton y los duques de Edimburgo, Beatriz y Eugenia de York; parece que ellos serán los únicos Windsor que degustarán el clásico pavo orgánico de Norfolk y todas las guarniciones.
Asimismo, Beatriz de York, también ha declinado la invitación de Carlos III, ella y su marido Edoardo Mapelli, han decidido pasar las fiestas con su familia política y sus hijos, Wolfie y Sienna, en su casa de los Cotswolds.