Luego de grandes transformaciones político tras la caída del régimen de Bashar al Assad, las autoridades yihadistas de Siria han anunciado la creación de la Oficina de Asuntos de la Mujer, una nueva institución destinada a promover la participación femenina en la reconstrucción del país. Este anuncio se enmarca dentro de los esfuerzos para configurar una serie de instituciones provisionales que respondan a las peticiones de la comunidad internacional.
Aisha Al Debs, una activista humanitaria con años de experiencia en la provincia de Idlib, ha sido nombrada responsable de esta nueva oficina. Al Debs, identificada por el Gobierno Nacional de Salvación como una figura clave en el ámbito de la ayuda humanitaria, tiene la tarea de garantizar la inclusión de las mujeres en el proceso de reconstrucción del país, desde un enfoque de competencias y derechos.
El nombramiento de Al Debs llega tras una controversia generada por un portavoz de Hayat Tahrir al Sham (HTS), el grupo yihadista que lidera la coalición armada opositora, quien declaró que las mujeres no están capacitadas para asumir cargos militares debido a su “naturaleza biológica”. Las declaraciones generaron críticas dentro y fuera del país, lo que ha provocado respuestas desde distintos sectores de la sociedad.
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En este contexto, Al Debs ha prometido que las mujeres tendrán un papel destacado en la nueva realidad siria, participando activamente en el trabajo comunitario y en el diálogo nacional para la configuración del futuro del país. En declaraciones a Syria TV, la activista subrayó que, a pesar de los retos, las mujeres podrán contribuir significativamente al proceso de reconstrucción, siempre de acuerdo con sus competencias.
El anuncio de la creación de esta oficina coincide con una importante marcha por los derechos de las mujeres y la defensa de un Estado laico que tuvo lugar este jueves en la plaza de los Omeyas, en Damasco. Centenares de personas se concentraron en este emblemático espacio, convertido en un centro de expresión popular desde el derrocamiento del régimen de Al Assad. Los manifestantes, hombres y mujeres, portaban pancartas y coreaban consignas en defensa de una Siria democrática y secular.
“Queremos democracia, no un Estado religioso”, “Siria, Estado libre y secular”, se leía en algunas pancartas. La marcha, que se desarrolló sin incidentes, se ha interpretado como un mensaje claro hacia el gobierno interino que ahora lidera el país, formado por la coalición islamista de HTS. Los manifestantes, incluyendo a figuras como Majida Mudares, una funcionaria jubilada de 50 años, exigieron el fin de la opresión y el derecho a una participación activa de las mujeres en la reconstrucción de Siria.
La movilización fue impulsada por sectores liberales de la sociedad siria, que se oponen tanto al legado autoritario de Al Assad como a cualquier tipo de imposición religiosa en la nueva Siria. Esta protesta, que se espera se repita en otras ciudades del país bajo el control de la coalición islamista, marca un hito en el camino hacia una Siria más plural y respetuosa de los derechos humanos.
El futuro de Siria sigue siendo incierto, pero las demandas por una mayor inclusión de las mujeres y un Estado laico siguen siendo puntos clave en las protestas que surgen en las calles del país.
Infobae
Por: Itzel Olivo