El presidente de EE. UU, Joe Biden, tomó la decisión de conmutar la pena de muerte de 37 de los 40 condenados federales. Esta medida transformará las sentencias a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, alineándose con la moratoria implementada en enero de 2021. La acción excluye casos relacionados con terrorismo o asesinatos masivos motivados por el odio.
El equipo del presidente electo Donald Trump calificó la decisión de “abominable”. Steven Cheung, portavoz de la transición, señaló que esta medida “es una bofetada para las víctimas y sus familias”. Además, Trump enfatizó que su futura administración restaurará el “Estado de derecho” tras su investidura el 20 de enero.
Beneficiados por la medida
Entre los beneficiados por la conmutación figuran Daniel Troya y Ricardo Sánchez Jr., condenados en 2010 por un asesinato relacionado con el narcotráfico. Este caso es emblemático de las acciones tomadas por Biden, buscando minimizar ejecuciones innecesarias mientras promueve políticas más humanas.
Impacto de la decisión en la pena de muerte en EE.UU.
Evolución de la política de pena de muerte
Desde que asumió su mandato, Biden estableció una moratoria para las ejecuciones federales. Su enfoque refleja un cambio en las políticas gubernamentales hacia penas menos extremas y más ajustadas a la justicia social.
La postura de Trump sobre la pena de muerte
Durante su administración, Trump defendió la aplicación de la pena capital como un disuasivo contra el crimen. Su equipo considera que la medida de Biden debilita la justicia y envía un mensaje negativo a los delincuentes.
Opinión pública dividida
La decisión de Biden ha provocado un debate nacional. Algunos aplauden la medida como un paso hacia la justicia reformista, mientras que otros, como el equipo de Trump, argumentan que es una señal de debilidad ante los crímenes más atroces.
Con información de EFE
Por: Yari Araujo