POR ALBERTO QUEZADA
La oposición política dominicana enfrenta una serie de retos, tanto a nivel institucional y como colectivos partidarios a partir del año que viene, los cuales determinarán su capacidad para competir de manera efectiva y hasta su sobrevivencia de cara a futuros procesos electorales que habrán de celebrarse en los próximos tres años.
En ese contexto, los dos principales partidos de oposición, Fuerza del Pueblo y de la Liberación Dominicana, deberán estar preparados para asistir a un nuevo ciclo político de frente a sus competidores del oficialismo, quienes han comenzado a dar señales tempranas de definir sus potenciales candidatos presidenciales.
La oposición política tiene un papel crucial, se mueve en tierra movediza, pero también enfrenta múltiples desafíos internos que podrían definir su éxito o fracaso en los referidos procesos electorales y los días por venir.
De manera que, los actores de la oposición tendrán que abocarse y emplearse a fondo para generar y presentar propuestas al electorado dominicano que impacte y sintonice con los electores.
Una ejecución deficiente frente a estos retos podría costarles no solo las elecciones del 2028, sino también su relevancia política en el futuro.
CONSTRUIR UNA COALICIÓN SÓLIDA
La fragmentación de la oposición ha sido un problema recurrente en la República Dominicana.
Las elecciones de 2028 requieren un esfuerzo sin precedentes para unificar fuerzas. Esto implica no solo alianzas entre grandes partidos, sino también sumar movimientos ciudadanos, sindicatos y pequeños partidos que puedan agregar votos cruciales.
REFORZAR LA ESTRUCTURA ORGANIZATIVA
Muchos partidos enfrentan problemas de organización interna, desde la falta de recursos económicos hasta deficiencias en su estructura territorial. Esto limita su capacidad de movilización y proselitismo, especialmente en zonas rurales.
Una campaña electoral exitosa depende de una estructura organizativa bien consolidada. En muchos casos, los partidos opositores carecen de recursos en regiones clave. Además, la falta de personal capacitado para manejar actividades logísticas y proselitistas puede reducir su alcance.
Cero rivalidades
La rivalidad entre líderes opositores es un problema recurrente que divide votos y esfuerzos. Para triunfar, será esencial que los principales líderes trabajen en conjunto, dejando a un lado intereses personales.
Modernizar su estrategia digital
El entorno digital domina las campañas políticas modernas, pero muchos partidos dominicanos aún dependen de métodos tradicionales de comunicación. En 2028, el éxito electoral dependerá de la capacidad de los partidos para utilizar herramientas como análisis de datos, inteligencia artificial y marketing en redes sociales.
Medios de comunicación
El control mediático por parte del oficialismo puede limitar el acceso de la oposición a espacios públicos. Los líderes deben encontrar formas creativas de ganar visibilidad, ya sea a través de redes sociales, eventos masivos o colaboraciones con medios independientes.
La política dominicana ha sido escenario de campañas de difamación que buscan desacreditar a los líderes opositores. En este contexto, los líderes necesitan una estrategia clara para contrarrestar la desinformación y fortalecer su imagen pública.