El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia afirmó este jueves haber frustrado una serie de atentados contra altos jefes militares del país e informó de la detención de cuatro ciudadanos rusos en el marco de la investigación.
«El Servicio Federal de Seguridad de Rusia frustró una serie de atentados contra militares de alto rango del Ministerio de Defensa que participan en la operación militar especial (en Ucrania), así como contra miembros de sus familias», señala la nota oficial.
De acuerdo con el comunicado, los atentados los preparaban «agentes de los servicios secretos ucranianos».
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Putin admite fallos de seguridad
Según el FSB, las bombas utilizadas para matar a militares de alto rango en Moscú estaban camufladas como una batería externa y una carpeta con documentos.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó la semana pasada de «fallo grave» de los servicios de seguridad el reciente asesinato en Moscú del teniente general Ígor Kirílov, jefe de la defensa radiológica, química y biológica de Rusia.
«Esto (el asesinato de Kirílov), por supuesto, significa que nuestros agentes del orden y servicios especiales dejan pasar estos ataques. Necesitamos mejorar el trabajo y evitar fallos tan graves», dijo Putin durante su gran conferencia de prensa de fin de año.
Según Moscú, el autor material del crimen es un uzbeko, a quien los servicios secretos ucranianos prometieron 100.000 dólares y la posibilidad de instalarse en un país de la Unión Europea por asesinar al general ruso.
El sospechoso fue detenido y reconoció su culpa en un interrogatorio difundido por los servicios de seguridad.
EFE
Por: Itzel Olivo