El año 2024 fue un periodo en el que las celebridades definieron estilos personales y también moldearon tendencias que rápidamente se viralizaron, invadiendo tanto las redes sociales como las alfombras rojas y las calles.
Desde reinterpretaciones modernas de estilos clásicos hasta estéticas que celebran la libertad y la individualidad, figuras como Sabrina Carpenter, Zendaya y Kendall Jenner demostraron el poder de la moda como una herramienta de expresión cultural.
Coquette: Sabrina Carpenter
El estilo coquette, adoptado y popularizado por Sabrina Carpenter, representa un tributo contemporáneo a la feminidad delicada y empoderada. Este look, que renueva elementos del pasado como vestidos babydoll, corsés y tejidos ligeros, encuentra su máxima expresión en las interpretaciones escénicas de la cantante.
Con colores pastel como el rosa y el amarillo, combinados con detalles románticos como medias de encaje, Sabrina da vida a una estética vintage que celebra la belleza y la elegancia. En redes sociales como TikTok, el estilo coquette creció exponencialmente.
Lujo: Kendall Jenner
En un contexto donde la moda Y2K llena de extravagancia domina gran parte de las tendencias juveniles, Kendall Jenner apostó por un camino opuesto: el lujo silencioso. Esta tendencia se centra en la calidad sobre la cantidad, con prendas de diseño minimalista que priorizan la funcionalidad y la durabilidad.
Jenner se convirtió en la personificación de esta estética, mostrando cómo piezas de tonos neutros, como beige, negro, marrón y gris, pueden comunicar una sofisticación atemporal sin recurrir a ostentaciones innecesarias.
Este estilo, aunque compartido en redes sociales, se diferencia en su interpretación auténtica, reflejando una inversión en moda que privilegia lo esencial y lo duradero, en lugar de seguir las modas pasajeras.
Demure o estilo sobrio: Gigi Hadid
Gigi Hadid elevó el estilo demure a un nuevo nivel, consolidándolo como una alternativa refinada dentro de las tendencias actuales. Este enfoque se caracteriza por una mezcla de cortes clásicos y sobrios, como camperas estructuradas, polleras de líneas rectas y botas altas que respetan las proporciones del cuerpo sin ajustarse excesivamente.
La paleta de colores suaves, como beige, blanco y gris, y el uso de materiales de alta calidad refuerzan la sensación de calma y sofisticación que define esta estética. Hadid, además, complementa sus looks con accesorios mínimos, como cadenas delicadas y bolsos estructurados, demostrando que el lujo no necesita de adornos llamativos para destacar.
Brat: Charli XCX y los 2000
La cantante británica Charli CXX fue la máxima embajadora del estilo Brat, que combina la nostalgia de los años 2000 con una actitud rebelde y desinhibida.
Inspirada por su álbum Brat y las modas de figuras como Kate Moss en la era del indie sleaze, esta tendencia se compone de camisetas gráficas, gafas de diseño futurista, prendas de cuero y looks desenfadados.
Más allá de la moda, el término “Brat” encarna una filosofía de vida que celebra la independencia, la diversión y el rechazo a las expectativas sociales tradicionales.
Tenniscore: Zendaya y la transformación del deporte en estilo
La tendencia tenniscore, liderada por Zendaya, ha redefinido el concepto de la moda deportiva al mezclar prendas funcionales con elementos de sofisticación.
Influenciada por su papel en la película Challengers, la actriz ha demostrado cómo piezas tradicionales del tenis, como faldas de tablas y polos ajustados, pueden convertirse en looks glamorosos y versátiles.
Las marcas de renombre adoptaron esta tendencia, mientras Zendaya la lleva un paso más allá con accesorios como joyas minimalistas, gorras deportivas y medias con rayas, haciendo del tenniscore una opción elegante y contemporánea.
Balletcore: Hailey Bieber
Hailey Bieber fue la principal representante del balletcore, una tendencia que fusiona la delicadeza de la danza clásica con la moda cotidiana. Este estilo, caracterizado por faldas voluminosas, tops ajustados y vestidos con tirantes finos, encuentra en Bieber una embajadora que sabe incorporar detalles de ballet.
Su elección de colores, que va desde tonos suaves como el nude hasta vibrantes como el rojo, añade versatilidad y audacia a esta estética. Bieberllevó el balletcore más allá de los escenarios, demostrando cómo elementos tradicionalmente ligados a la danza pueden integrarse en un guardarropa moderno, sofisticado y funcional.