Un remolino de fuego, conocido también como “tornado de fuego” o “firenado”, por la unión de las palabras en inglés “fire” (fuego) y “tornado”, fue avistado el viernes por la noche durante el incendio de Palisades en Los Ángeles, en medio de las condiciones extremas que mantienen a California bajo fuego.
Este fenómeno inusual y devastador ha sido registrado mientras los incendios forestales en la región ya han consumido más de 16.000 hectáreas, destruido al menos 10.000 viviendas y negocios, y cobrado la vida de 16 personas.
Según el National Wildfire Coordinating Group (NWCG), un remolino de fuego se forma cuando el intenso calor generado por un incendio hace que el aire caliente ascienda rápidamente, creando un vórtice. Este vórtice puede alcanzar velocidades equivalentes a las de un tornado EF-2 (equivalente a la potencia de un huracán categoría 3), capaz de arrancar árboles, volcar vehículos y destruir techos.
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Meteorólogos como Ari Sarsalari, de FOX Weather, explicaron que estos fenómenos son más parecidos a los remolinos de polvo que a los tornados, ya que no están relacionados con tormentas supercelulares, sino con condiciones locales de calor extremo. Dani Ruberti, de KCAL News, añadió que las partículas y gases atrapados en el vórtice giran a gran velocidad, dando lugar a la apariencia característica de un tornado en llamas.
En casos extremos, el remolino puede generar nubes conocidas como pirocúmulos, que, según la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), surgen cuando el humo y la humedad del incendio ascienden y se combinan con vapor de agua liberado por la vegetación quemada. Estas nubes pueden desencadenar fenómenos meteorológicos extremos, como lluvia, granizo o rayos.
El impacto devastador de los incendios de 2025 en Los Ángeles
El incendio de Palisades es solo uno de los múltiples focos activos en Los Ángeles, donde la falta de lluvias significativas durante más de ocho meses ha agravado las condiciones. De acuerdo con las autoridades, los vientos de Santa Ana han intensificado las llamas, propagándolas rápidamente hacia zonas como Mandeville Canyon, cerca de Brentwood.
Las cifras son alarmantes: al menos 16 personas han perdido la vida, y los bomberos luchan por contener las llamas que ya han destruido más de 10,000 estructuras. Estos incendios, que continúan propagándose, han obligado a miles de personas a evacuar sus hogares, dejando tras de sí paisajes completamente arrasados.
Eventos anteriores ofrecen paralelismos preocupantes. En 2024, una serie de incendios igualmente intensos generó sistemas meteorológicos inusuales que trajeron lluvias, granizo y vientos extremos al sur de California. Los expertos advierten que el cambio climático está aumentando la frecuencia y la intensidad de este tipo de fenómenos.
Fuente: Infobae
glz