Los refugios para animales en Los Ángeles están colapsados desde que comenzaron los incendios, que hasta ahora han dejado varias víctimas mortales y han rodeado la ciudad con sus devastadoras llamas.
En estos albergues se encuentran perros, gatos, caballos, tortugas e incluso cacatúas. Más de 150,000 personas han tenido que evacuar sus hogares, y miles de mascotas esperan en los centros de emergencia que sus dueños puedan regresar por ellas. Algunas aún no han sido identificadas, mientras que otras no pueden ser reclamadas porque las casas de sus propietarios han quedado destruidas.
Cali, una residente de Los Ángeles, llegó rápidamente al establo Eaton Dam Stable el martes por la tarde, cuando se emitió la orden de evacuación debido al incendio Eaton, uno de los más destructivos que aún no se ha contenido y que ha consumido más de 5,000 edificaciones.
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“Fue probablemente la peor noche de mi vida”, relata , la mujer que ayudó a salvar a varios de los 40 caballos que residían en el establo.
“No sabía dónde estaban mis caballos, pensé que estaban muertos”, agrega, explicando que solo pudo sentirse tranquila cuando recibió una foto de Seven, el caballo que había adquirido hacía 15 años y que había sido el cumplimiento de su sueño infantil. El animal estaba en el Los Angeles Equestrian Center (LAEC), un refugio temporal para entre 200 y 300 animales grandes desplazados por el fuego.
Jennie Nevin, directora ejecutiva del LAEC, explica que el centro siempre ha sido un lugar de evacuación en emergencias, pero nunca había enfrentado una situación de tal magnitud.
Entre los animales rescatados se encuentran dos burros llamados Morris y Micah, cuyos dueños los dejaron libres tras marcarles con pintura en aerosol sus números, así como dos mini vacas y tres cerdos. Estos animales ahora ocupan lo que usualmente es el “hotel” del centro ecuestre, que en tiempos normales alberga espectáculos.
“Algunos de los caballos han podido regresar a casa, y eso es una de las historias bonitas”, añade Nevin, quien también destaca que hasta el momento no ha recibido muchos animales heridos.
Kevin Mcmanus, jefe de comunicaciones de la Pasadena Humane Society, ha sido testigo del apoyo masivo de la comunidad desde el miércoles, con cientos de personas donando lo necesario para cuidar de los animales. “El apoyo que hemos recibido es un verdadero reflejo de la conexión entre los humanos y los animales”, comenta.
Esta organización, ubicada cerca del incendio de Eaton, comenzó a recibir animales tanto sanos como gravemente heridos, incluidos algunos con quemaduras, desde la madrugada del martes.
Para el miércoles por la noche, ya había 300 animales evacuados, y actualmente se encuentra a su capacidad máxima con 450, de los cuales al menos 100 no tienen dueño registrado. Mcmanus lamenta que muchos de estos animales no podrán ser reclamados pronto, ya que los dueños han perdido sus hogares.
El desafío ahora es mantener a estos cientos de animales durante un tiempo indefinido, ya que los incendios continúan sin dar tregua. El apoyo económico y material de la comunidad será crucial para garantizar la protección a largo plazo de estos seres vivos.
A pesar de la tragedia, Mcmanus y los cientos de voluntarios que ayudan en el centro encuentran consuelo al ver a los dueños reunirse con sus mascotas. “Aunque este terrible evento aún no ha terminado, ver a un animal estresado y confundido reunirse con su familia nos da fuerzas para seguir adelante”, afirma.
Los incendios, alimentados por los fuertes vientos de Santa Ana, han causado más de una docena de muertes, devastado al menos 15,000 hectáreas y destruido unas 12,000 estructuras.
EFE
Por: Itzel Olivo
