La crisis multidimensional que vive Haití alcanzó “niveles catastróficos” en 2024, cuando se intensificaron los ataques de las bandas armadas con asesinatos, secuestros y violencia sexual, a lo que se sumó la inseguridad alimentaria aguda que afecta a 5,4 millones de personas.
Así lo asegura el Informe Mundial Anual de la organización Human Rights Watch (HRW), que especifica, que la violencia afectó severamente a la actividad económica y los servicios públicos, entre los que se encuentra la electricidad, el agua, los abastecimientos, el saneamiento, los cuidados de salud, la educación o el transporte, restringiendo de forma significativa el acceso a productos esenciales.
En un año en que la coalición de bandas armadas «Viv Ansanm» («Vivir Juntos») que encabeza Jimmy Chérizier ‘Barbecue’ intensificó los ataques coordinados y a gran escala, la respuesta del Estado fue «débil» y el sistema de justicia «ineficaz».
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La violencia de las bandas, que controlan alrededor del 85 % del área metropolitana de Puerto Príncipe, siguió en 2024, pese a que en junio comenzó el despliegue de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), una fuerza, afirma la organización, «incapaz de apoyar eficazmente a la Policía en la lucha contra los grupos criminales debido a la falta de fondos y personal».
En 2024 se intensificó y generalizó la violencia sexual, cuyas víctimas, de acuerdo con esta ONG, afrontan graves limitaciones o carecen de acceso a servicios de protección y atención.
También alerta de que los menores están entre los sectores más golpeados por la violencia y señala que el aumento del hambre y la pobreza obligó a «cientos, posiblemente miles, de niños a unirse a grupos criminales, donde se ven obligados a realizar actividades ilegales y se enfrentan a abusos», incluida la explotación sexual.
La inseguridad en Haití alcanza niveles catastróficos
La inseguridad ha llevado a cientos de miles de personas a abandonar sus casas hasta convertir a Haití en «el país con mayor índice mundial de desplazamientos per cápita debido a la violencia» (esta semana la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, informó de que los desplazados se han triplicado en un año hasta superar el millón, de ellos más de la mitad niños) y, en su mayoría, viven en asentamientos informales con todo tipo de carencias.
Otras muchas personas han abandonado Haití y de ellas, de enero a mediados de diciembre, fueron devueltas del extranjero casi 200.000 (en un 97 % de la vecina República Dominicana), pese a la situación en el país.