Las aplicaciones de citas son servicios que permiten conocer gente, buscar pareja, o tener encuentros sexuales, mediante un sistema de coincidencia que sugiere personas a partir de los intereses y preferencias de los usuarios.
En los últimos años, sin embargo, esas aplicaciones se han convertido en un espacio sumamente riesgoso, sobre todo para los homosexuales que pueden convertirse en víctimas de atracos, extorsiones e, incluso, asesinatos.
Así lo destaca el programa N Investiga, en un amplio reportaje donde se presentan algunos de esos casos criminales que han quedado en impunidad.
En ese sentido, una persona resultó afectada tras conocer a alguien por la aplicación Tinder. “Mi familia es totalmente destrozada. Entienden que yo tengo el cincuenta por ciento de la culpa por permitir a un extraño entrar en mi vida de esa forma”, dice.
Otra persona afectada, a través de Grindr, dice que “como consecuencia de todo este proceso he conocido varias víctimas, personas que se han tenido que irse del país a vivir fuera”.
Lo que inició como la búsqueda de un encuentro casual a través de una aplicación de citas se convirtió en una pesadilla que pondría en riesgo sus vidas. Antes de profundizar en lo ocurrido, se repasan los antecedentes de estas páginas web, que en la actualidad suman más de 595 millones de usuarios en todo el mundo.
En 1965, estudiantes de la Universidad de Harvard idearon Operación Match, un sistema en el que los usuarios respondían a un cuestionario y un algoritmo en una de las primeras computadoras comerciales, la IBM 1401; relacionaba a las personas basándose en las coincidencias de sus respuestas. Pero no es hasta 1995 cuando oficialmente surge la primera web de citas, Match.com.
En los primeros años del 2000, le siguieron Ashley Madison, e-harmony, OkCupid, Badoo y Seeking Arrangement en 2006. Una alternativa especializada en la comunidad LGBTI, Grindr, se lanza en 2009.
En 2012 entra Tinder, que hasta hoy se ha consolidado como la más popular. Consiste en un simple sistema de deslizamiento: si te gusta el perfil de alguien, deslizas el dedo hacia la derecha; si no, hacia la izquierda. Le sigue Badoo, popular en países de Europa del Este. Luego, Litmatch, cuya mayoría de usuarios son de Turquía y Asia-Pacífico. La cuarta más descargada es Soul, popular en China. Otras son Bumble, Hinge, Her y Happn. A pesar de que muchas de estas aplicaciones prometen “citas seguras”, en los últimos años se han convertido en una herramienta usada por criminales.
Carolina Ramírez, especialista en seguridad, apunta esto: “Cada vez más este tipo de aplicaciones han sido obligadas a fortalecer sus mecanismos de seguridad. Sin embargo, ninguna aplicación es lo suficientemente confiable como para usted exponer su información personal”.
Así mismo lo confirma Leonardo Sánchez, director ejecutivo de Amigos Siempre Amigos (ASA), una organización no gubernamental con 34 años de trabajo en favor de proteger los derechos de los homosexuales en la República Dominicana.
“Son muchachos, la mayoría de ellos muy jóvenes que se inscriben o crean perfiles en esta plataforma, logran entrar en contacto con otras personas a través de las páginas, los citan en lugares sumamente aislados, en lugares con poca circulación, regularmente en barrios de la zona norte de la ciudad, y cuando la persona acude a la cita, pues le hacen una emboscada y le quitan sus bienes”, expone Sánchez.
Tres jóvenes víctimas
Una muestra de los afectados son tres jóvenes profesionales que, por temor a represalias, prefieren ocultar su identidad y estuvieron a punto de perder la vida. A finales de 2023, un empleado de banco, de 31 años, conoció a otro usuario por Tinder, con el que salió durante unos cuatro meses en los que todo transcurría con normalidad.
“Pues se da el caso que para febrero 20 del año pasado, la persona pues me dice que nos encontremos aquí en el multicentro. En el multicentro comimos. Yo hago un retiro de dinero, pero ya era una persona que tiene cuatro meses en mi vida, que no era tampoco yo estaba haciendo un retiro millonario. Era simplemente algo para pagar las casas y compromisos”, expone.
Tras hacer el retiro del dinero, sigue explicando, él le pide que lo encamine a su casa y en el transcurso, le pide hacer una parada en otro establecimiento.
“Cuando llegamos al lugar, me dice que lo espere, espera un momento, baja, perdón sube y después de ahí llega, suena un ruido en mi vehículo, ¡tum!, como un golpe seco. Yo salgo a ver qué pasó, un motorista, un gato, lo que fuera. Pues cuando me voy a montar vienen dos individuos que yo no conocía, uno con una pistola y el otro con un cuchillo.”
Le exigen que les entregue la llave del vehículo y lo obligan a montarse en la parte de atrás, mientras lo insultan y le lanzan improperios y amenazas.
“‘Amárralo, y si no se deja amarrar vamos a explotarlo’; normal, ¿tú sabes qué? El instinto que habla, yo tampoco me dejé amarrar, fue, forcejeamos para que yo cediera, me dieron la primera estocada, dieron aquí, el costado derecho, de la región axilar, cuando después viene, intentan otra vez taparme la boca y demás, y me dan la segunda estocada.”
Aun herido, en medio del forcejeo, se percata de que no le pusieron seguro al vehículo, y logra salir del vehículo.
“…y logro salir corriendo, me alcanza el que tiene la pistola y me da tres veces con la cachaza por aquí, para que yo cayera; cuando yo caigo al piso, pues viene el otro y me da dos estocadas más.”
En total, recibió 4 estocadas. A pesar de estar gravemente herido, su preocupación es que en su vehículo estaba su computadora con información sumamente delicada de su trabajo.
“Yo manejaba toda la parte de banco, tú sabes, y pagos y demás, mis dos celulares y 40 mil pesos que yo había retirado; a todo esto me dejan tirado que yo logro ver la persona con la que yo tenía cuatro meses compartiendo que llega en otro vehículo y le dice ‘móntate móntate’ que lo mataron, y me dejan tirado ahí.”
Lo recogen dos transeúntes que iban por la zona, recibe atención médica y logra recuperarse, pero todos sus dispositivos electrónicos seguían en manos de los delincuentes, quienes lograron extraer información, así como hacer transacciones en su favor.
“Había recibido de un cliente para la remodelación de un call center de cobro cinco millones de pesos, los cuales ellos extrajeron pero yo no me doy cuenta del día después que me llevan una computadora que yo me comunico al banco que empiezo a bloquear entre comillas todas las tarjetas de crédito, débito y todas las cuentas bancarias.”
Chantajes y amenazas de muerte también le llegaron vía correo electrónico, como se observa en un violento y preocupante mensaje enviado el 28 de octubre de 2024, desde la cuenta [email protected], donde además de malas palabras, le escribe. “Voy a publicar las fotos tuyas por todos lados hasta que no me pagues el dinero que te dije, je, yo sé que tú tienes tu feria. Tengo gente en todos lados. La amiga mía de Indotel me dice todos los números que tú te cambias y tengo gente en la Policía que trabaja para mí“.
“Desde los celulares que te robé te estoy sacando lo tuyo y sé dónde trabaja tu mamá, tu hermana y tu papá. Aquí te muestro Lucy (en referencia a una pistola de la que mandó foto adjunta) mi nueva amiga, la que va a visitar a la mamá tuya en la escuela al salir, si no me das lo que te dije en una semana”.
En otro correo del 8 de noviembre, vuelve a extorsionarlo. “klk maldito pájaro y mis cuartos. Tienes una semana que no me has depositado, dime a ver qué vamos a hacer. ¿Te hago la visita? Para que tengas una idea estoy aquí en tu edificio. Tengo lo tuyo preparado y cuidado con ir a la Policía porque te tengo vigilado. Ayer te vieron por Ágora”.
“Yo recibí unas amenazas en el teléfono celular, que me iban a romper las piernas, que a mi mamá la iban a asesinar, que yo tenía que darle cinco millones más, por correo electrónico, publicaron fotos mías diciendo miles de cosas como para dañar mi integridad y mi credibilidad frente a los clientes”, dice la víctima.
No obstante, los desaprensivos también se presentaron en su casa, donde le vociferaban insultos, al igual que otro afectado por la aplicación Grindr, quien hace aproximadamente tres meses, acordó encontrarse en su casa por primera vez con otro joven.
“Yo accedí al encuentro porque vi que tenía una conversación con él desde agosto más o menos, o sea, tenía varios meses hablando con ese perfil. Y bueno, entonces cuando él llegó él me había pedido un vaso de agua y ahí en ese momento él agarró el celular”.
Al percatarse de que no era la misma persona que había visto en fotos y de que era un perfil falso, le dice que no va a funcionar.
“Él me dice que si yo le estaba haciendo perder su tiempo y yo le pregunto a qué él se refería. Entonces él me dice, ‘¿tú viste lo que dice mi perfil?’ Y cuando yo veo el perfil, él cuando llegó, él modificó su perfil y se puso ‘cobro 500 dólares‘. Entonces ahí yo le dije, de hecho yo antes de que él llegara yo le había preguntado si él era prepago. Prepago es una persona que tiene sexo por dinero y él me había dicho que no”.
Ante la situación, se vio obligado a transferirle los 500 dólares y él se quedó en su casa hasta recibir la confirmación del depósito.
“Nunca le confirmaron, pero yo le dije que cualquier cosa me escribiera al día siguiente a mi whatsapp y después, varios días después, él se apareció en mi casa con otra persona y comenzó en el parqueo de mi casa a vocear, a decir que yo lo había contratado para un servicio sexual, como para que la gente que estaba alrededor lo escuchara y que le pagara su dinero.”
A partir de ahí continuó escribiéndole y amenazándolo de que se iba a volver a aparecer en su casa. Incluso en una ocasión, intentó agredirlo.
“Cuando él se apareció la segunda vez, cuando fue a hacerme el show, ahí él sí intentó agredirme. Pero, por suerte, yo pude como escaparme y salir corriendo”.
Lamentablemente, otro que no corrió con la misma suerte, fue este tercer afectado que contactó a otro usuario de la misma Grindr.
“Entiendo que en esas conversaciones, en ese bye-bye, fue donde se dio cuenta o investigó más bien donde yo vivía, y un domingo en la tarde llegaron a mi casa, me tocaron la puerta, yo abrí la puerta, me quedo mirando a la persona y le digo que yo no había pedido nada porque pensé que era un delivery y le digo yo no he pedido nada, quizás fue en el apartamento de al lado”, explica.
Establece que en ese momento, la persona le indica que él es la persona cuyos servicios sexuales había solicitado mediante la aplicación, a pesar de que en su perfil no indicaba que era prepago, lo enfrenta diciéndole que no es el de la foto, y este reacciona empujándolo y sacándole un cuchillo.
“Me dice que no haga nada, que no grite, porque lo que va a hacer es que cualquier cosa, pues él estaba dispuesto a lo que sea y que había ido porque quería que yo le diera dinero, yo le digo que no tengo dinero en efectivo, que nadie tiene dinero en efectivo, me estaba pidiendo una cantidad ahí, realmente era poca, me estaba pidiendo 17,000 pesos“.
A los fines de conseguir la cantidad, contactó a una amiga, quien le hizo la transferencia. Al confirmar que recibió el dinero, lo obligó a ir a un cajero a retirarlo. El denunciante lo convenció de que se fueran en su vehículo y no en un Honda Civic negro que estaba afuera de su casa, donde había otros delincuentes, quienes los siguieron.
“Fuimos, sacamos el dinero, no recuerdo la suma exacta y se entró el dinero en el bolsillo y dijo que si los de afuera me preguntaban cuánto yo le había dado, que le dijera que yo nada más 20,000 pesos; al parecer él iba a dar eso a los demás y se iba a quedar con lo otro. Pues nada, cuando salimos nosotros no estaban ahí y me dijo que fuéramos a mi casa otra vez”.
En lugar de regresar a su casa, entró al parqueo de un restaurante cercano a toda velocidad.
“El watchman que estaba ahí se paró con la pistola en la mano y todo porque pensó como que yo me iba a estrellar el restaurante. Como había gente, se bajó de mi guagua y se fue. En eso yo llamé a mi amigo que vivía unas cuadras de mi casa y me fui hasta su casa”.
Pero, las constantes exigencias de dinero continuaban, así como las amenazas, a través del mismo número de teléfono del usuario de la aplicación.
“Me decía que ya él conocía mi vehículo, que sabía que yo tenía una guagua negra, que me iba a explotar los vidrios donde me viera y que me iba a caer a machetazos, que él sabía dónde yo vivía, que él no estaba solo, que eran más personas, un reguero de amenazas”.
¿Y la justicia pa’ cuando? Impunidad
Estos tres jóvenes han acudido a la justicia. El pasado 5 de noviembre uno de ellos, que recibió las cuatro cuchilladas y los amenazantes correos, interpuso formal denuncia. Pero, otros se han encontrado con toda una serie de obstáculos.
“Yo sí fui al destacamento. Me tocaba ir al destacamento de aquí de Naco. Y el fiscal del destacamento me dijo que no me tomó la denuncia, porque le entendía que eso no era ningún caso”.
Al respecto habló el vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueira: “Quizá el caso no lo manejo de todo, puede ser que a la hora que haya ido a determinada dotación policial quizá no estaba la persona adecuada, que es un fallo que uno debe de seguir mejorando”.
“Yo insistí mucho. Y entonces me dijeron que tenía que ir a la puerta 108 del Palacio de Justicia. Fui a la puerta 108 del Palacio de Justicia. Y la magistrada Sandra Castillo me dijo también, después que yo le expliqué todo, que yo no tenía un caso.”
A pesar de que tenía comprobante de la transferencia, la conversación vía whatsapp, entre otras pruebas, no le preguntó.
“Descubrí varios días después, es que ella sabía de quién yo le estaba hablando, porque ella ya había conocido otros casos de la misma persona. Y sin embargo, así de todas formas, ella no quiso tomarme la denuncia”.
Se refiere a una red criminal que, según informes, opera desde 2019, principalmente Los Cacicazgos, Naco, La Esperilla y Bella Vista, integrada por 14 personas de entre 25 y 40 años, y supuestamente encabezada por un joven de 27, quien a pesar de ser reincidente en el delito, no está detenido.
Mientras tanto, la red criminal sigue causando daño.
“Fuimos descubriendo que esas personas tienen 19 denuncias puestas y han sido procesados seis veces, de los cuales medida de coerción, presentación periódica. Cuando le hacen revisión, lo absuelven”, agrega el afectado.
“Al día de hoy ese perfil estaba activo y al día de hoy, hoy mismo yo te puedo decir que esa persona estaba haciéndole algo a alguien, porque uno se da cuenta porque ese perfil está vacío y cuando él llega a 200 dólares y hoy él se puso que cobraba 700 dólares“.
Hasta el momento, tienen conocimiento de 26 afectados por esta red, incluyendo dramáticos y desgarradores casos que han salido a la luz pública y conmocionado a la sociedad dominicana.
“Te puedo decir el caso de un doctor que lo secuestraron, que duró dos días secuestrado y que se hizo muy famoso en las redes sociales”.
Se refiere al médico pediatra Enrique Antonio Espinal Castillo, de 48 años, cuyo cadáver fue encontrado seis días después de haber sido reportado desaparecido en Palenque, provincia San Cristóbal, y Ariel Isaías Raposo Holguín, de 21 años, quien residía en Bávaro y llegó a las inmediaciones del Faro a Colón a conocer a un desconocido para sostener relaciones sexuales luego de conversar por la aplicación Grindr. Su cadáver fue encontrado en noviembre de 2020, en los jardines del monumento, con 42 puñaladas. Y Frederick Pérez Ventura.
Frederick coordinó una cita con otro joven, en un apartamento del Residencial Pablo Mella Morales. Allí también lo estaban esperando los cómplices del presunto cabecilla del grupo, así como una menor cuyo nombre se omite por razones legales, quienes salieron de una habitación con armas blancas, acorralaron a la víctima, lo amenazaron y le dieron a oler una sustancia para tranquilizarlo y despojarlo de sus pertenencias.
Uno de los agresores junto a una menor, cuyo nombre se omite por razones legales, retiraron dinero de sus tarjetas bancarias y al día siguiente, lo trasladaron a un basurero en La Guáyiga, kilómetro 22 de la autopista Duarte, donde lo ultimaron a puñaladas. En aquella ocasión, N Investiga entrevistó a familiares de la víctima.
Su hermana Yufreisy Pérez dijo: “Habían salido a comprar sustancias no controladas, a comprar bebidas alcohólicas, el celular de él lo dejaron en una tienda, lo vendieron como por 12 mil pesos y lo cambiaron por ropa, compraron comida. Uno de ellos cumplía años ese día, no tenía dinero y él quería buscar dinero. Eso es lo que dice el expediente”.
Actualmente, los acusados de este caso cumplen prisión. N Investiga contactó al supuesto cabecilla de la red, quien negó ser parte de la estructura y su vinculación en todos los hechos presentados, aunque admitió ser trabajador sexual y captar clientes a través de Grindr.
“Yo simplemente doy mi servicio, tampoco es un orgullo que yo haga eso, yo hago eso por necesidad, porque yo no extorsiono a nadie ni atraco a nadie ni nada, todo entienden, es tan tal que este es el mismo número”, expresó.
A pesar de negar su participación en los hechos, N Investiga tuvo acceso a una captura de pantalla de una conversación vía whatsapp con su número telefónico, donde uno de los afectados afirma: “Soy el último a quien le hiciste daño y quien va a hacer que pagues cada una de tus fechorías. ¿Crees que te tengo miedo? Ya eso se terminó. Las 4 puñaladas se curaron”, a lo que él responde: “La próxima no será los pies que te voy a romper, va a ser la cabeza”. Como si fuera poco, al contactarlo vía telefónica, trató de justificar las agresiones que reciben los denunciantes.
“Una gente que anda en la calle y lo atraquen, ya esa persona, un ejemplo, no se lo buscó, porque ustedes anden en una página buscando hombres para después no querer pagarles. Usted es que hace su sinvergüenzada, porque ¿cómo usted lleva una gente para su casa y después no le quiere pagar?”, añade el supuesto cabecilla de la red.
Sobre la orden de arresto ejecutada en su contra en marzo de 2024, y otros tres acusados a los que dice no conocer, por violación a los artículos 2, 265, 266, 295, 297, 308, 379 y 382 del Código Penal, que tipifican la tentativa de crimen, asociación de malhechores, asesinato, amenaza y el robo, dijo que solo cumplió dos meses de prisión preventiva en Najayo y luego le dieron libertad pura y simple.
“Yo no tenía nada que ver con esto y que él dio versiones que no era. Dio una versión y después dio otra versión”.
Lo que no establece es que el denunciante retiró la querella tras ser amenazado por el padre del acusado. Tal vez una de las posibles razones por las que estas redes logran operar con tanta impunidad es porque estratégicamente eligen víctimas con menor probabilidad de reportar el delito.
“Algunos han puesto denuncia, otros no. Se han quedado de manera, tú sabes, en el anonimato, porque son médicos, ingenieros, arquitectos, personas de la sociedad que tratan de conocer a alguien”, dice uno de los afectados a través de Tinder.
Leonardo Sánchez, director Amigos Siempre Amigos, expone: “Muchas veces hasta se mofan de las personas que van a poner una denuncia cuando los elementos de la denuncia son personas del mismo sexo. Cuando es una persona trans, pues también hay un trato sumamente discriminatorio”.
Para Carolina Ramírez, experta en seguridad, este tipo de personas de por sí podrían ser estigmatizadas incluso hasta por los organismos de seguridad, hasta por las instituciones responsables de ejercer todo lo que tiene que ver con el sistema de justicia. “Y ellos mismos, en algunos casos, pues, deciden no denunciar”.
Una posición similar tiene la Policía Nacional, con la salvedad de que aseguran que las víctimas pueden acudir a la Dirección de Policía Cibernética (DICAT), encargada de delitos cibernéticos, donde las investigaciones se llevan de una manera discreta y profesional.
“No existen en la actualidad tantos casos denunciados, esto debido a las llamadas cifras negras. La mayoría de las personas que son víctimas de estafa, robo, golpes, extorsiones a través de personas que conocen mediante estas distintas páginas digitales, no acuden a presentar las denuncias”, dice el vocero policial, Diego Pesqueira.
Reina la impunidad
Aunque quienes han puesto denuncias, no han logrado obtener justicia. Todo lo contrario, se encuentran con tantos obstáculos que vienen a revictimizarlos y a agravarles el impacto emocional, incluyendo a un denunciante que logró que el apresamiento de uno de los acusados, pero lo liberaron y lo atribuye a que el fiscal, Ovidio Cárdenas, se declaró incompetente.
Extrañamente, según los denunciantes, el caso ha pasado por seis fiscales de diferentes demarcaciones. Actualmente, está siendo conocido por la fiscal adjunta del Distrito Nacional, Roxanna Molano, quien solicitó orden de arresto y allanamiento pero no ha procedido.
“Ella entiende que necesitaba más herramientas o pruebas para darle al juez y poder pedir una medida mayor que lo que le han dado hasta ahora y también un dato importante es declarar el caso complejo”, manifiesta una de las víctimas por Tinder.
Y confiesa: “A mí me dio un preinfarto. Ando bebiendo medicamentos para la presión, temas cardíacos y demás, porque la misma situación provocó un desorden totalmente en mi cuerpo, mi manera de ver las cosas, y eso me ha dañado mucho”.
Otro afectado mediante Grindr expone: “Tuve que ir a mis terapias más seguido y por consejo de mi psiquiatra y de mis abogadas, pues llegó un momento en el que lo ideal era como desistir de esto porque cada vez que yo iba a volver a vivir el mismo trauma volver a verle la cara a esta persona que cínicamente decía que no fue él”.
Traumas
En medio de la traumática experiencia, afectados y especialistas en seguridad hacen estas recomendaciones.
El director de ASA dice que “lo primero que hay que hacer es asegurarse de que el perfil es un perfil real, que se corresponde con una persona real”.
“Las redes sociales están muy contaminadas, te dan mucha información pero, a la vez, te pone muy vulnerable; entonces yo le exhorto a las personas que utilizan las redes sociales para conocer persona y mostrar su vida, que se restrinjan que hagan una restricción y un cierre total de lo que es su vida privada”, expresa afectado a través de Tinder.
La especialista Ramírez agrega esto: “Tampoco trate de conocer a esa persona fuera de la plataforma y si de todos modos en algún momento decide tener un contacto físico con esa persona, procure hacerlo en un espacio público”.
Ha quedado evidenciado que una herramienta creada para conocer personas de manera rápida, se ha convertido en el anzuelo usado por criminales para atraer a sus víctimas, las cuales estratégicamente seleccionan para aprovecharse de su vulnerabilidad y de la del sistema judicial de República Dominicana para operar con toda impunidad.
