Cuando Elon Musk compró Twitter en 2022, despidió a miles de empleados y subastó muebles de oficina. Ahora, lleva la misma estrategia de recortes al gobierno federal de EE. UU. con el liderazgo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Musk ha consolidado el control en varias áreas del gobierno, marginando a funcionarios de carrera y desafiando los límites constitucionales de la autoridad presidencial. Para algunos, sus tácticas son un caos impulsado por ideologías y un enfoque destructivo. Emily Horne, exjefa de comunicaciones de Twitter, describe su estilo como “apoderarse de todo y destruir el sistema para rehacerlo a su manera”.
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El impacto de su liderazgo en Twitter
Los resultados de su estrategia en Twitter, ahora llamada X, no son claros. Aunque sigue atrayendo usuarios, los ingresos se desplomaron y los anunciantes se fueron. Musk incluso amenazó a empresas que abandonaron la plataforma. En cuanto al gobierno, algunos expertos temen que sus tácticas no sean efectivas a largo plazo.
¿Podrán funcionar las tácticas de Musk en el gobierno?
Nicholas Bagley, profesor de derecho, advierte que las medidas de Musk podrían no ser legales y que las demandas legales podrían frenar su enfoque en el gobierno. A pesar de la estrategia de recortes, muchos temen que el estilo agresivo de Musk no sea adecuado para el sistema gubernamental.
La batalla por el futuro de la administración pública
El inversor Paul Graham sugirió que Musk debería proceder con cautela, recordando que el gobierno no es como una empresa. Aunque Musk ha tenido éxito en el sector privado, algunos creen que su enfoque podría fracasar en el ámbito político.
Con información de AP.
Por: Yari Araujo