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Tapachula, la ciudad más grande en la frontera sur de México, ha implementado un programa en el que migrantes varados por las restricciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, trabajan en proyectos municipales para ayudar a embellecer la ciudad.
Esta ciudad, que recibe a más migrantes que cualquier otra en el país, se ha convertido en un lugar donde muchos extranjeros buscan trabajo para poder alimentarse y pagar su alquiler mientras esperan los resultados de sus trámites en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Entre los migrantes se encuentra Carlos, un hombre de la comunidad LGBTI que huyó de Cuba por problemas de discriminación sexual. Según él, el Gobierno mexicano ha abierto las puertas a los migrantes y ha respetado sus derechos humanos.
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México: Una opción para los migrantes
Carlos, que ahora trabaja en las calles de Tapachula, comentó a la agencia EFE: “Me siento bien colaborando aquí mientras espero los documentos de la Comar. Por lo menos, voy a barrer calles y hacer limpieza, hasta que llegue mi momento”. Muchos otros migrantes como Carlos, tras las duras restricciones impuestas por Trump desde enero de 2024, están comenzando a ver a México como una opción de vida.
En su país de origen, Carlos y otros migrantes de la comunidad LGBTI enfrentan acoso policial y discriminación, lo que los ha empujado a huir en busca de oportunidades de trabajo y seguridad. “En Cuba, no tenemos oportunidades de trabajo y, cuando nos ven vestidos como mujeres, la Policía nos acusa de prostitución”, añadió Carlos.
Desde que comenzaron las restricciones de Trump, México ha recibido a más de 10,000 migrantes, muchos de los cuales han sido deportados desde Estados Unidos. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha prometido brindar asistencia humanitaria y ha confirmado que, aunque algunos migrantes son deportados voluntariamente, otros optan por quedarse en México y solicitar asilo.
Algunos migrantes, como Adán Antonio, un salvadoreño, no podrán cruzar la frontera con Estados Unidos y han comenzado a trabajar en Tapachula para cubrir sus necesidades básicas mientras esperan por su proceso de asilo en la Comar. Adán pide que el proceso de asilo sea más ordenado y rápido para evitar la saturación de oficinas.
México, un país hospitalario para los migrantes
El programa de empleo temporal en Tapachula ha sido vital para muchos migrantes. Visal Yamal, un haitiano, explicó que gracias a este programa, se siente más seguro y tiene un propósito mientras espera su proceso. “Este programa es importante para sobrevivir. No quiero regresar a Haití, hay mucha inseguridad allí, y quiero quedarme aquí en México para buscar una vida mejor”, dijo Visal.
Funcionarios locales defienden que Chiapas y México en general son lugares “hospitalarios” donde los migrantes no son discriminados ni criminalizados, sino reconocidos como personas en busca de un futuro mejor.
EFE
Por: Itzel Olivo