La demanda, presentada el lunes en un tribunal federal de California, intenta bloquear los despidos masivos impulsados por Musk y Trump, incluidos los relacionados con un correo electrónico enviado por la Oficina de Administración de Personal (OPM).
La OPM, que actúa como agencia de recursos humanos para el gobierno de EE. UU., solicitó a los empleados federales que detallaran cinco logros de la semana anterior, con una fecha límite hasta el lunes. La demanda resalta que nunca se había exigido algo similar en la historia del gobierno federal, calificando la solicitud como uno de los mayores fraudes laborales.
Según los demandantes, la amenaza de despidos masivos va en contra de las políticas de la OPM y representa una amenaza ilegal para los trabajadores, quienes, según la denuncia, fueron presionados a justificar su rendimiento laboral sin un marco legal claro que lo respalde.
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Elon Musk, que lidera los esfuerzos del presidente para reducir el tamaño del gobierno, reiteró en sus redes sociales que aquellos empleados que no respondieran serían considerados como renunciantes. Mientras tanto, varios departamentos clave del gobierno, incluidos el FBI, el Departamento de Estado y el Pentágono, instruyeron a sus empleados a no responder al correo electrónico, generando confusión en las agencias.
Legisladores de ambos partidos han criticado la medida, considerándola injusta, mientras que los sindicatos han amenazado con llevar el caso a los tribunales. Además, varios altos funcionarios del gobierno expresaron su frustración, señalando la incertidumbre y el estrés generados por esta solicitud, que también ha provocado preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de la información.
El conflicto continúa, y la demanda busca frenar lo que se considera una violación de los derechos laborales de los empleados federales, mientras se sigue luchando por determinar las implicaciones legales de las directrices impuestas por Musk y Trump.
AP
Por: Itzel Olivo
