
Por: Jazmín Díaz
La violencia de género, los feminicidios y la violencia intrafamiliar han dejado 313 niños huérfanos en los últimos cinco años, tras presenciar el horror de perder a sus madres a manos de sus padres o viceversa. Algunos quedaron solos después de que su progenitor asesinara a la madre y luego se quitara la vida; otros viven con el peso de saber que su progenitora o su padre está tras las rejas.
Niños que quedaron huérfanos
El número de niños que han quedado huérfanos por la violencia intrafamiliar es desgarrador. En 2020, 52 nenes perdieron a sus padres tras 70 feminicidios, quedando a merced de un destino incierto y con el peso de una ausencia irreparable.
El 2021 trajo aún más dolor: 69 niños vieron sus vidas destrozadas después de que 86 mujeres fueran asesinadas.
El 2022 fue testigo de 63 feminicidios que dejaron a 70 niños sin madre, convirtiéndose en el año con más menores sumidos en la orfandad por estos crímenes atroces.
En 2023, 65 mujeres fueron asesinadas, y con ellas, 68 niños quedaron en la más profunda desolación, obligados a crecer con la sombra de la violencia que les arrebató a sus seres más queridos.
El 2024 no fue diferente; la tragedia siguió su curso con 71 feminicidios que dejaron a 54 niños sin el amor y protección de sus madres. Entre las víctimas, 22 fueron asesinadas con armas de fuego y 21 con armas blancas. Catorce de los agresores, tras cometer el crimen, decidieron quitarse la vida, dejando atrás no solo dolor, sino también niños que cargarán con una herida invisible pero imborrable.
La Fundación Vida Sin Violencia explicó a N Digital que la mayoría de estos homicidios son cometidos con armas de fuego, seguidos por ataques con armas blancas y otros métodos que, aunque no identificados, siguen sumando víctimas a una tragedia que parece no tener fin.
Violencia de género
La violencia de género, definida por las Naciones Unidas, se refiere a los actos dañinos dirigidos contra una persona o un grupo de personas en razón de su género. Más allá de los feminicidios, esta violencia deja secuelas profundas en los niños que crecen en hogares marcados por el miedo y la agresión.
En 2020, seis niños fueron rescatados por el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), tras vivir en hogares donde la violencia machista era el pan de cada día. Eran tres eran niños y tres niñas.
El 2021 trajo una realidad aún más alarmante: 26 niñas fueron rescatadas de entornos de violencia extrema. Esta tendencia se repitió en 2022, cuando 14 nenas fueron alejadas de situaciones de abuso.
En 2023, la cifra disminuyó significativamente a tres menores, todas niñas, pero en 2024 volvió a aumentar a seis (2 niños y 4 niñas). En total, 55 menores de edad han sido rescatados en los últimos cinco años.
Violencia intrafamiliar
La violencia intrafamiliar es una sombra que se extiende dentro de los hogares, rompiendo los lazos que deberían ser refugio y seguridad. Para muchos niños, su casa no es un lugar de amor, sino un campo de batalla donde el miedo se convierte en rutina.
En 2020, seis niños fueron rescatados de entornos violentos, tres niñas y tres niños que, a su corta edad, ya conocían el terror de vivir bajo la amenaza constante.
El 2021 presentó un cuadro más duro: 22 menores fueron sacados de hogares donde la violencia intrafamiliar era una constante. De ellos, 20 eran niñas y solo dos niños, una cifra que refleja cómo las niñas suelen ser las más vulnerables en estos entornos.
En 2022, 21 niños encontraron una segunda oportunidad lejos del abuso. Eran 12 niñas y 9 niños.
Para 2023, el número de rescates disminuyó a 11, con 7 niñas y 4 nenes. Sin embargo, cada caso representa una vida que pudo haber seguido atrapada en el ciclo de la violencia si no hubiera sido intervenida a tiempo.
El 2024 no ha sido distinto. Trece menores fueron rescatados por el Conani, 8 niñas y 5 niños, sumando un total de 73 infancias interrumpidas por el horror de la violencia dentro de sus propios hogares.