
Estados Unidos ha reanudado la detención de familias migrantes en un centro de Texas, específicamente en el condado de Karnes, tras una pausa implementada durante la administración de Joe Biden. La noticia fue dada a conocer este miércoles por un grupo sin fines de lucro que ofrece asistencia a las familias migrantes.
En el centro de detención, ubicado al sureste de San Antonio, se encuentran catorce familias, incluyendo niños tan pequeños como de un año. Las familias provienen de varios países, entre ellos Colombia, Rumania, Irán, Angola, Rusia, Armenia, Turquía y Brasil. Faisal Al-Juburi, director de asuntos externos de RAICES, informó que algunas de las familias habían sido detenidas recientemente en la frontera con México, mientras que otras llevaban años viviendo en EE. UU.
La práctica de detención familiar en EE.UU.
Tanto el gobierno de Barack Obama como el de Trump implementaron la detención de familias hasta la resolución de sus casos migratorios. Durante el mandato de Trump, la detención familiar se intensificó, y se adoptaron políticas como la separación forzada de los niños de sus padres en la frontera. Estas medidas fueron ampliamente criticadas por su naturaleza inhumana.
Durante la presidencia de Biden, la detención de familias fue suspendida en gran medida, pero se consideró reanudarla en 2023. La reactivación de estos centros de detención bajo el gobierno actual ha reavivado el debate sobre las políticas migratorias.
Preocupaciones sobre la salud mental de los niños migrantes
Defensores de los derechos de los migrantes han expresado su preocupación por los efectos negativos de la detención en los niños, especialmente en lo que respecta a su salud mental. El doctor Alan Shapiro, cofundador de Terra Firma National, destacó que en detenciones pasadas los niños experimentaron regresión conductual, pensamientos suicidas y trastornos alimentarios.
“Escuchamos sobre pensamientos suicidas e intentos de suicidio por parte de los propios niños, lo que genera serias preocupaciones sobre su bienestar físico y mental”, afirmó Shapiro.
Impacto económico de los centros de detención
La corporación Geo Group, encargada de operar el Centro de Procesamiento de Inmigración del condado de Karnes, indicó que este centro tiene capacidad para albergar hasta 1.328 personas y que el contrato con el gobierno federal se extiende hasta agosto de 2029. El contrato generará aproximadamente 79 millones de dólares en ingresos en su primer año. Por otro lado, CoreCivic firmó un contrato con ICE para operar otro centro de detención en Dilley, Texas, con capacidad para hasta 2.400 personas.
Con información de AP.
Por: Yari Araujo