Un terremoto de magnitud 3,9 sacudió nuevamente la zona de Campos Flégreos, una cadena volcánica subterránea ubicada en la provincia de Nápoles, al sur de Italia.
El temblor, aunque breve, fue sentido fuertemente en localidades cercanas como Bagnoli y Pozzuoli, así como en Quarto, Qualiano, Villaricca, Melito, Varcaturo y en los alrededores de Nápoles. Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, el sismo se registró a una profundidad de 3 kilómetros.
Aunque no se han reportado daños graves, la población, ya acostumbrada a los constantes temblores en los últimos meses, empieza a mostrar signos de desesperación. La actividad sísmica se ha intensificado desde el terremoto de magnitud 4,4 ocurrido el 13 de marzo.
Hasta el momento, cuarenta familias han sido desalojadas de un edificio en Bagnoli después de que los bomberos descubrieran daños estructurales durante una inspección nocturna. En respuesta a la creciente preocupación, más ciudadanos se han visto obligados a refugiarse en coches o en centros de acogida habilitados tras el terremoto del 13 de marzo.
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El presidente de la región, Vincenzo De Luca, expresó que se espera una evaluación oficial sobre el estado de alarma en los próximos días. Además, señaló que se pedirá al Gobierno la suspensión del pago de las cuotas hipotecarias para las viviendas afectadas y la suspensión de las cotizaciones a la seguridad social de las empresas en la zona.
Tras el fuerte terremoto de la noche del 12 al 13 de marzo, los residentes de Bagnoli buscaron refugio en una antigua base de la OTAN, pero encontraron las puertas cerradas. Ante la falta de opciones, ocuparon el espacio y han solicitado que estos edificios abandonados se conviertan en refugios para futuras evacuaciones.
Los Campos Flégreos son una caldera volcánica con una veintena de cráteres, muchos de ellos bajo el mar. El fenómeno que causa estos temblores se llama bradisismo, que ocurre cuando el nivel del suelo aumenta debido a la acumulación de gas y magma en las profundidades.
EFE
Por: Itzel Olivo
