
El magistrado Justiniano Montero, juez de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), participó en la reunión de la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial celebrada en La Habana, Cuba, donde presentó un informe sobre la situación del Poder Judicial dominicano y la necesidad de proteger la integridad del sistema de justicia.
Montero, quien también actúa como comisionado de la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial, señaló que en República Dominicana la Escuela Nacional de la Judicatura ha jugado un papel crucial en la promoción de la integridad dentro del sistema judicial. Destacó que la escuela se ha consolidado como un referente por su programa de formación continua, el cual beneficia a todos los integrantes del Poder Judicial. Este programa incluye proyectos orientados a fortalecer la ética judicial y a apoyar la transparencia, la rendición de cuentas y la mejora del sistema de justicia en general.
Te puede interesar: Jurista Martínez: “La SCJ destrozó garantías judiciales y derecho al debido proceso”
El magistrado agregó que el cambio de paradigma que están viviendo los sistemas judiciales de Iberoamérica exige una transformación profunda en la forma en que se administra la justicia, promoviendo un enfoque que contemple nuevas perspectivas de cambio social. Según Montero, uno de los grandes retos es formar jueces y juezas con una conciencia institucional que garantice la eficacia de la justicia.
La Comisión Iberoamericana de Ética Judicial, que agrupa a países como España, Portugal, Brasil, Colombia, Costa Rica, Panamá, Argentina, Cuba y República Dominicana, es un organismo permanente de la Cumbre Judicial Iberoamericana, creado en 2006. Su misión es proporcionar apoyo doctrinal a los países de la región en temas de ética judicial. Desde su fundación, la comisión ha emitido más de 30 dictámenes que han establecido una corriente doctrinal en la ética judicial.
Durante la reunión en Cuba, se presentó el Proyecto de dictamen sobre la formación inicial de los jueces en temas de actitudes en audiencia y se analizó el impacto del Código Iberoamericano de Ética Judicial en los 23 países que conforman la Cumbre Judicial Iberoamericana. También se discutieron los logros y retos de la comisión en su labor de promover la ética judicial en Iberoamérica tras 20 años de su implementación.
Por: Itzel Olivo