
Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu intensifican su alianza estratégica en Medio Oriente ante la amenaza que representa Irán. Ambos líderes consideran al régimen de los ayatollahs como un enemigo mortal de Estados Unidos e Israel, debido a su respaldo a grupos como Hezbollah, Hamas y los Hutíes, y su objetivo de eliminar al estado israelí.
En semanas recientes, Trump envió una carta al líder supremo iraní Alí Khamenei con la intención de negociar la cancelación del programa nuclear iraní. La misiva fue entregada mediante una compleja red diplomática que involucró a Emiratos Árabes Unidos y fue recibida por el canciller iraní Abbas Araghchi.
Trump estableció un plazo de dos meses para abrir negociaciones. Sin embargo, Khamenei rechazó la propuesta. Según informes de inteligencia, Irán podría contar con seis bombas nucleares en los próximos 12 meses.
Preparativos militares en el mar Rojo
Tras el rechazo, Trump desplegó unidades navales en el mar Rojo y convocó al Grupo Estratégico Consultivo, conformado por altos funcionarios de seguridad, diplomacia e inteligencia de EE.UU. e Israel. El grupo fue creado bajo Barack Obama y reactivado tras los ataques de Hamas contra Israel.
Netanyahu envió a Ron Dermer, ministro de Asuntos Estratégicos, junto a funcionarios del Mossad, Cancillería y Ministerio de Defensa para participar en las sesiones. El grupo busca diseñar una hoja de ruta común ante la amenaza nuclear de Irán.
La agenda del grupo se centra en definir un calendario de conversaciones diplomáticas con Teherán. Si no hay avances en dos meses, se contempla la planificación de operaciones militares conjuntas en Medio Oriente. También se plantea atacar a los proxies de Irán, como Hamas, Hezbollah y los Hutíes, además de coordinar pasos para destruir el programa nuclear iraní si fracasa la vía diplomática.
Trump afirmó: “No podemos permitirles tener un arma nuclear. Algo va a pasar muy pronto. Prefiero un acuerdo de paz a la otra opción, pero la otra opción resolverá el problema”.
La Casa Blanca espera una reacción de Khamenei para decidir si se avanza en el diálogo o se inicia una escalada militar en la región, respaldada por Netanyahu.