En el sitio web del New York Post publicó la historia de una joven mujer de 23 años llamada Emily Goss, la cual, desde hacía tiempo, tomaba 4 pastillas diarias de un suplemento alimenticio llamado “Balance”, el cual supuestamente le ayudaría a conseguir equilibrio hormonal, control de su peso y mejoraría su fertilidad, sin imaginarse que se convertiría en su peor pesadilla.
Un buen día, Emily comenzó a sentirse muy cansada y con fuertes dolores en el torso, así como ojos amarillentos, así que su familia decidió llevarla de urgencia al Hospital Metodista en Dallas, en donde le fue detectada una falla hepática irreversible, por lo que era necesario someterla a un trasplante de hígado para así salvarle la vida. Los especialistas le indicaron que era muy probable que el suplemento alimenticio que estuvo tomando fue el causante de este mal.
“Muchos de estos se anuncian como naturales (y) saludables. Los veo a todos como drogas y los veo a todos como químicos, por lo que debería haber una buena precaución sobre cómo los usan y por qué los usan”, indicó el doctor Jeffrey Weinstein, director médico de trasplante de hígado en el hospital.
Por fortuna, el hígado de Emily llegó pronto y el día de Navidad de practicaron la cirugía. “Tengo mi vida porque alguien me dio su hígado y estoy muy agradecida”, dijo la joven.
Según el doctor Weinstein, alrededor del 30 al 40% de los casos mortales, por insuficiencia hepática, están relacionados con suplementos herbales o dietéticos.
Fuente: La Opinión
