Las proteínas son buenas y necesarias para nuestro organismo, proporcionan al cuerpo los elementos que necesitan para mantener y reparar los músculos, así como otras partes del cuerpo. Sin embargo, los excesos (incluso en nutrientes) no son buenos y podrían afectar gravemente nuestra salud.
Las dietas altas en proteínas como las que actualmente se han puesto de moda para perder peso, aumentan el riesgo cardiovascular de acuerdo a estudios de investigadores de Estados Unidos y Canadá.
De acuerdo a lo publicado este año en la revista científica Nature, “la ingestión de proteínas eleva de manera aguda los niveles de aminoácidos en la sangre y las placas ateroscleróticas”. Es decir, hay una acumulación de placa que puede estrechar u obstruir completamente las arterias y ocasionar un ataque al corazón.
Un estudio en ratones en la que unos recibieron una dieta alta en grasas y proteínas, mientras que otros recibieron una dieta alta en grasas con un bajo contenido de proteínas, revelo que al grupo que se les triplicó la cantidad de proteína, desarrollaron aproximadamente un 30% más de placa en las arterias en comparación con los ratones en la dieta alta en grasas pero baja en proteínas.
Cuánta proteína debemos consumir
La cantidad de proteínas que una persona necesita, depende de la edad, el sexo y el nivel de actividad física. Si las necesidades calóricas totales de una persona son de 2,000 calorías podría comer 100 gramos de proteína.
Buenas proteínas
El pescado fresco contiene alrededor de un 20% de proteínas de buena calidad, ácidos grasos y omega-3, los mayores aliados del corazón, ya que mejoran la función del endotelio, disminuyen ligeramente la presión arterial, disminuyen los triglicéridos, elevan ligeramente el HDL (colesterol bueno) y tienen una acción neutra sobre el LDL.
Además, poseen efecto antiagregante plaquetario, lo que previene las trombosis.
Lo ideal es que a la semana consumamos al menos dos raciones de pescado azul (atún, salmón, bonito, boquerón, caballa, jurel, palometa, sardina…), ya que contiene más cantidad de ese tipo de grasa cardiosaludable en forma de ácidos grasos omega-3.
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