Durante décadas, la educación sexual en los salones de clase ha sido bastante vergonzosa. Para algunos adolescentes, se ha traducido en un discurso a favor de la abstinencia. Para otros, se trata de ver a sus profesores poner condones a los plátanos e intentar hacer dibujos de trompas de Falopio que parecen más bien obras de arte moderno.
En TikTok, la educación sexual está cambiando radicalmente. Los adolescentes que usan la aplicación pueden conseguir orientación al ritmo de “Sex Talk” de Megan Thee Stallion.
Una doctora, vestida con uniforme quirúrgico y que sonríe directamente a la cámara, les indica lo que deben hacer si un condón se rompe durante el sexo: la píldora del día siguiente puede llegar a tener un 95 por ciento de efectividad, explica el video.
El video fue creado por la doctora Danielle Jones, una ginecóloga de College Station, Texas, y hasta el momento ha acumulado más de once millones de visualizaciones. Los comentarios van desde los efusivos (“Esto es genial”) hasta los sarcásticos (“Gracias por el consejo, mamá” y “Señora, tengo 14 años”).
“Mi presencia en TikTok es como si tuvieras una amiga que por casualidad es ginecobstetra”, dice Jones. “Es una buena manera de dar información a personas que la necesitan y de llegar hasta donde estén”.
Jones es una de los tantos profesionales de la salud que están abriéndose paso a través del territorio en constante expansión de TikTok, la aplicación china de videos cortos, para contrarrestar la desinformación médica a una audiencia en crecimiento. Hasta noviembre, según SensorTower, la aplicación había sido descargada 1500 millones de veces, con un público predominantemente joven: el 40 por ciento de sus usuarios están en el rango de los 16 a los 24 años.
Aunque desde hace tiempo los profesionales médicos han usado las redes sociales para compartir mensajes sobre salud o promover su trabajo, TikTok plantea un nuevo conjunto de retos, incluso para expertos en internet. Las publicaciones populares de la aplicación suelen ser cortas, musicales y humorísticas, lo que complica la labor de los médicos que desean compartir lecciones matizadas en temas de salud como el vapeo, el coronavirus, la nutrición y “cosas que no debes sumergir en salsa de soya”. Además, algunos de los médicos que usan la plataforma para compartir información confiable han sido objetos de acoso.
Rose Marie Leslie, médica residente de medicina familiar en la Escuela de Medicina de la Universidad de Minesota, afirma que TikTok ofrece una plataforma enorme para los anuncios de servicios de salud pública.
“Tiene un potencial increíble de audiencia que va más allá de tus propios seguidores”, afirmó.
Los ejecutivos de TikTok han acogido con beneplácito los usos médicos profesionales de la plataforma. “Ha sido inspirador ver a doctores y enfermeros llegar a TikTok con sus uniformes quirúrgicos para desmitificar la profesión médica”, afirmó Gregory Justice, director de programación de contenidos de TikTok.
Jones, la ginecóloga, dijo que espera que la plataforma pueda ayudar a los jóvenes a desarrollar confianza en los profesionales médicos y a percibirlos como más accesibles. “En los viejos tiempos, había un médico en el pueblo y todos sabían dónde vivía, y cambiaban leche y huevos por atención sanitaria”, dijo Jones. “Confiabas en tu doctor porque primero confiabas en ellos como personas”. TikTok, afirma, puede ayudar a humanizar a los médicos: es testigo de cómo algunos de sus propios pacientes se sienten más cómodos con ella porque han visto sus divertidas publicaciones en redes sociales.
Sin embargo, algunos médicos están encontrando reacciones inesperadas a sus videos.
A principios de enero, Nicole Baldwin, una pediatra de Cincinnati, publicó un TikTok en el que enumera las enfermedades que pueden ser prevenidas con vacunas y busca contrarrestar la opinión de que las vacunas causan autismo.
Sus cuentas en TikTok, Twitter, Facebook y Yelp se llenaron de comentarios amenazantes, incluyendo uno que la calificó de “enemiga pública número uno” y otro que decía: “Los médicos muertos no pueden mentir”.
Un equipo de voluntarios que está ayudando a Baldwin a monitorear sus redes sociales ha expulsado a más de 5200 usuarios de su Facebook en semanas recientes.
Baldwin afirma que empezó muy entusiasmada por la oportunidad que ofrece TikTok para educar adolescentes, pero su mala experiencia con el acoso la ha hecho reflexionar.
“Los médicos están caminando por una delgada línea al intentar compartir un mensaje que sea de interés para las generaciones más jóvenes, sin ser inapropiados o poco profesionales”, dice Baldwin. “Debido al contenido corto y al aspecto musical de TikTok, a lo que los adolescentes se están enganchando no es a la imagen profesional que normalmente mostramos allí”.
Una racha de recientes publicaciones en TikTok ha atizado aún más el debate sobre el potencial abusivo de la aplicación. Una publicación reciente mostraba a una médica especulando —mientras hacía fonomímica con la frase “How Could I Ignore You?” de una canción de Rex Orange County— que el dolor torácico de su paciente podría haber sido causado por cocaína. Otra era de un doctor que, en una sala de emergencia, se burlaba de los pacientes que buscaban tratamiento allí en vez de acudir a un médico de atención primaria.
Sarah Mojarad, una catedrática que dicta un taller sobre redes sociales para científicos en la Universidad del Sur de California, afirma haber visto a médicos tanto “vapuleando a sus pacientes” en la aplicación como realizando “mercadotecnia de bata blanca”, un término que se refiere al uso del prestigio médico para promocionar productos inadecuados como suplementos no autorizados.
La juventud del público de TikTok también hace que los riesgos sean mayores cuando los profesionales médicos hacen uso indebido de la plataforma.
“Con una audiencia joven, es de vital importancia asegurarse de que el contenido compartido es profesional y veraz”, dice Mojarad. “Las personas podrían creer que parte de eso es el humor médico, pero su impacto importa”.
Las directrices comunitarias de TikTok establecen que la plataforma no permite “desinformación que pueda perjudicar la salud de un individuo, como información engañosa sobre tratamientos médicos”. La compañía expandió su reglamento de conducta en diciembre 2019, debido al crecimiento de su base de usuarios.
Algunos médicos están preocupados por la posibilidad de que los videos cortos y lúdicos de TikTok puedan borrar la línea entre la educación general y la asistencia médica específica para pacientes.
Austin Chiang, gastroenterólogo y medico jefe asesor de redes sociales del Jefferson Health en Filadelfia, afirma que le han preguntado sobre síntomas específicos por TikTok, por lo que ha tenido que referir a los usuarios a fuentes médicas establecidas o directamente a sus doctores.
Aun así, para los médicos convertidos en influentes, la curva de aprendizaje de TikTok puede ser empinada. Matthew Schulman, cirujano plástico de Nueva York, afirmó que los usuarios ligeramente mayores de Instagram y Snapchat han sido determinantes para su práctica privada, al ayudar a impulsar alrededor del 80 por ciento de las consultas. Frecuentemente hace transmisiones en directo desde la sala de operaciones. “El aumento de glúteos es muy popular en las redes sociales”, afirmó.
Sin embargo, TikTok le ha dado razones para tener preocupaciones adicionales. La ventaja de lograr viralizar contenidos es gigantesca: una publicación que realizó en enero donde hablaba de clientes famosos acumuló más de 6,8 millones de visualizaciones. Pero cuando vio a su hija de 10 años usar la aplicación, entendió que tenía que ser mucho más cauteloso a la hora de producir contenido.
“La demografía de TikTok es muy joven, y como cirujano plástico no me siento cómodo publicitando mis servicios a niños”, afirmó Schulman. A la vez, sabe que la aplicación está creciendo aceleradamente. “No quiero que me agarren de imprevisto. En dos o tres años la plataforma podría cambiar, y si ya tengo una cuenta establecida pues llevaría la delantera”.
Mientras tanto dice que confía plenamente en los editores de alto nivel que lo asesoran con TikTok: sus hijos.
La doctora Danielle Jones, ginecóloga que ha acumulado más de once millones de visualizaciones en TikTok, trabaja en un video sobre salud en su casa en College Station, Texas, el 30 de enero de 2020. (Katie Hayes Luke/The New York Times)
c.2020 The New York Times Company