Nueva York, (EFE).- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este martes con un ascenso del 4,02 %, hasta los 24,30 dólares el barril, mientras los inversores se encuentran a la espera de que se culmine el acuerdo legislativo en Washington que supondrá un paquete de estímulo a la economía estadounidense valorado en unos 2 billones de dólares y que se utilizará para paliar los efectos de la crisis del COVID-19.
A las 09.15 hora local (13.15 GMT) el barril cotizaba así por encima de los 24 dólares tras ganar 0,94 dólares respecto a la sesión previa del lunes.
Los precios del petróleo arrancaron con ganancias iniciales aupados por la esperanza de que demócratas y republicanos cierren por fin un acuerdo con medidas de estímulo económico que volvió a fracasar el lunes en el Senado estadounidense, por segunda vez.
Sin embargo, los analistas señalan que el acuerdo entre ambos grupos políticos está “cada vez más cerca” y eso genera en los inversores una perspectiva positiva porque supondrá una inyección de liquidez en las empresas.
Además, el mercado del petróleo espera que el paquete de estímulo, y especialmente las medidas anunciadas por la Reserva Federal de Estados Unidos, supongan un “suelo” para el precio del crudo, que a la crisis del COVID-19 le debe sumar la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudí.
Estos países se preparan ya para producir tanto crudo como les sea posible una vez culminen a finales de marzo los recortes en la producción que se acordaron el pasado año.
Asimismo, también se espera que la prevista devaluación del dólar estadounidense empuje los precios del petróleo puesto que los compradores internacionales se beneficiarían del tipo de cambio.
En medio de la guerra de precios, el petróleo está en un momento especialmente delicado desde que la crisis del COVID-19 haya disminuido los desplazamientos y la demanda de combustible a mínimos históricos.
En estos momentos, los expertos auguran que una prolongada ausencia de tráfico aéreo supondrá un obstáculo significativo para la recuperación económica.
En este sentido, el aumento en la producción y el suministro, según los analistas, podría significar una nueva caída de precios, especialmente cuando se deje de aprovechar los bajos precios para llenar los almacenamientos, como ha hecho Estados Unidos, y sitúan el precio del barril de crudo por debajo de los 20 dólares durante buena parte del segundo trimestre.