Un adolescente de 17 años de Lancaster, California, murió en las últimas horas en el Condado de Los Angeles, luego de contraer coronavirus y ser descartado como posible caso positivo por un primer hospital al que asistió y donde le ordenaron que retornara a su hogar. Pese a ello, cuando comenzó a manifestar más problemas, el joven se dirigió a otro centro médico donde fue atendido de urgencia. Pero ya en muy mal estado y con problemas respiratorios agudos finalmente murió.
El paciente estaba sano hasta que comenzó a experimentar problemas en su sistema respiratorio, de acuerdo a un informe dado por el alcalde de Lancaster, R. Rex Parris. La víctima fue al hospital, pero fue dado de alta sin hacerse la prueba de COVID-19. Luego fue a otro centro médico donde fue examinado y tratado de urgencia por los profesionales que no pudieron salvarle la vida. Su examen por coronavirus dio positivo después de su muerte. “¿Cómo recibes a un niño con tener problemas respiratorios y no lo analizas?”, se quejó Parris.
El mayor agregó en una entrevista reproducida por Los Angeles Times que el padre “tenía un contacto cercano en el trabajo con el público todos los días”. Su padre está enfermo de coronavirus y es probable que haya sido él quien lo contagiara, aunque esta versión no está confirmada. “Es realmente terrible perder un hijo”, dijo Parris.
“La fatalidad que informó el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles hoy requerirá una evaluación adicional por parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Aunque las primeras pruebas indicaron un resultado positivo para COVID-19, el caso es complejo y puede haber una explicación alternativa para esta fatalidad. La privacidad del paciente impide que ofrezcamos más detalles en este momento”, señalaron las autoridades sanitarias del Condado en un comunicado dado a conocer en las primeras horas de este 26 de marzo.
La directora de Salud Pública de Los Angeles, Barbara Ferrer, fue contundente en su mensaje: “Cada pérdida que experimentamos en el condado es trágica, y estamos enviando nuestras más sinceras condolencias a las familias y seres queridos que han tenido que soportar esta tragedia. El COVID-19 no discrimina por edad, raza o nivel de ingresos, y lo que estamos viendo en lugares como Nueva York es indicativo de lo que debemos preparar para experimentar aquí”.
“Si bien la Salud Pública está haciendo todo lo posible para mitigar el impacto de esta enfermedad en nuestra comunidad, solo podemos aplanar la curva si todos toman en serio el distanciamiento social y se adhieren a todas las órdenes de aislamiento y cuarentena emitidas por nuestro Oficial de Salud”, añadió Ferrer.
El adolescente -cuya identidad se mantiene en reserva- no tenía condiciones preexistentes que pudieran complicar su cuadro, dijo el alcalde de Los Angeles Eric Garcetti durante una conferencia de prensa. En respuesta, Parris dijo que está pidiendo a todos los niños y adolescentes que se queden adentro y que está trabajando para asegurar 100.000 kits de prueba de coronavirus.
El avance del coronavirus en Estados Unidos
La cantidad de muertos como consecuencia del coronavirus en los Estados Unidos rompió la barrera de los 1.000 en la noche del miércoles (hora local), mientras que la de infectados superó los 68.500. Las cifras se desprenden del sitio web de la universidad Johns Hopkins, que reporta las estadísticas del avance de la pandemia a nivel global.
El epicentro del brote en el país tiene lugar en Nueva York, que al miércoles por la mañana había reportado más de 30.000 casos positivos y 285 muertes.
De los contagios a nivel estatal, el 12% de los pacientes está actualmente bajo hospitalización y el 3% (888 pacientes) están en cuidados intensivos. En tanto, más de la mitad corresponden a la Ciudad de Nueva York, que casi alcanza los 18 mil contagios. La cifra de 5.146 casos nuevos en el estado es ligeramente más alta que la informada el martes, cuando se reportaron cerca de 4.800 contagios.
Cuomo consideró “preocupante” que el total de casos que requirieron hospitalización bordee el 15%, una tasa más alta que la estimación oficial. La capacidad de los hospitales es de 53.000 camas y 3.000 plazas de cuidados intensivos, pero los cálculos estiman unos 140 mil pacientes, 40 mil de ellos en condiciones graves.