El gigante de las telecomunicaciones estadounidense AT&T anunció este viernes la retirada de su consejero delegado (CEO), Randall Stephenson, que será sustituido el 1 de julio por el actual jefe de operaciones y presidente, John Stankey.
El nombramiento se produce antes de lo esperado, ya que Stephenson, de 60 años, dijo que permanecería como CEO el resto del año y Stankey llega en un momento complicado para la empresa, entre el impacto de la pandemia de la COVID-19, su creciente deuda y la competencia de la nueva T-Mobile, fusionada con Sprint.
Según un comunicado, Stankey completa un proceso de sucesión que comenzó en 2017 y se había acelerado en los últimos cinco meses para asegurar que el nuevo CEO tuviera las cualidades necesarias para desarrollar los planes estratégicos “en tiempos económicamente difíciles”.
El consejero delegado saliente, Stephenson, que seguirá en la junta directiva como presidente ejecutivo hasta enero del año que viene, ha “transformado AT&T en un líder” del sector en un “periodo de demanda sin precedentes para las comunicaciones móviles y el entretenimiento premium”, dijo la firma.
Stankey, de 57 años, lleva en la empresa desde 1985 y desde octubre de 2019 ha sido jefe de operaciones y presidente. A principios de este mes fue relevado en su puesto como primer ejecutivo del negocio mediático WarnerMedia, y ha ocupado puestos ejecutivos en diferentes áreas de AT&T.
AT&T reveló hace dos días sus resultados del primer trimestre de 2020, en el que ha aumentado un 12 % su beneficio, hasta los 4.610 millones de dólares y ha reducido casi un 5 % sus ingresos (42.779 millones) sobre todo por la caída en la facturación de WarnerMedia, que abarca desde CNN hasta Warner Bros o HBO.
El negocio de la operadora móvil sigue siendo su fuerte en ingresos, tras añadir 163.000 nuevos usuarios con contrato entre enero y marzo, mientras que el negocio de entretenimiento se vio impactado por la pérdida de 897.000 suscriptores de televisión de pago, incluyendo su servicio Directv.
Fuente: EFE