Panamá, EFE.- Panamá sumó 9 muertes para un total de 176 defunciones por el COVID-19, y registró 179 nuevos casos que elevaron a 6.200 los contagios confirmados de la enfermedad, dijeron este martes las autoridades sanitarias panameñas.
En hospitalización hay 358 pacientes, 270 en salas y 88 en las unidades de cuidados intensivos (UCI), mientras que en aislamiento domiciliario con síntomas leves se encuentran 2.698 personas, de las que 1.108 han sido trasladadas a hoteles que funcionan de forma temporal como hospitales.
Los pacientes recuperados, tras pasar por pruebas de laboratorio, ascienden a 484, y otros 2.484 ya no presentar síntomas y han cumplido con 14 días de la cuarentena.
Se han efectuado 28.795 pruebas de detección, 76 % negativas (21.934) y 24 % positivas (6.861), que incluyen segundas muestras para confirmar el contagio de la enfermedad.
Las pruebas por millón de habitantes alcanzan las 6.730, con 961 muestras nuevas en las últimas 24 horas.
Las autoridades de salud y expertos que han dado seguimiento al comportamiento del virus, dijeron que los indicadores dan cuenta que la tasa de contagio se mantiene en 1,15 y la meta es que baje a 1 o a menos para entrar en la zona de supresión, toda vez que algunos países están en 0,5.
El doctor Rodrigo De Antonio explicó que la semana pasada se entró en esa zona de supresión, pero que después de este sábado y domingo se estuvo cerca del 1,15, lo que quiere decir que “todavía se está transmitiendo el virus en esta etapa asintomática”.
Aún así, el científico advirtió que a pesar de que en algunas regiones del país el contagio ha bajado, hay algunos casos como el del proyecto minero Cobre Panamá “donde se reportan contagios continuamente y es uno de los puntos claves para interrumpir esa cadena”.
Sobre el indicador que mide la cantidad de días de duplicación de casos, De Antonio recordó que la meta inicial era de 10 días y que la semana pasada “estuvo cercano a los 16 días y ahora muy cerca de 17 días”, un dato que muestra la desaceleración en el número de casos.
La ministra de Salud, Rosario Turner, dijo que el COVID-19 “llegó para quedarse”, y que la vuelta a la normalidad y el levantamiento de las restricciones para contener su propagación no solo será por decisión del Ministerio de Salud sino de la sociedad que debe cumplir con la cuarentena y distanciamiento social.
Panamá está bajo cuarentena indefinida desde el pasado 25 de marzo.
Dos semanas antes de esa fecha se cerraron escuelas, comercios e industrias no esenciales, y prohibido las aglomeraciones. Los vuelos internacionales y la entrada de extranjeros por cualquier siguen suspendidos.