Ginebra,(EFE).-Las lluvias torrenciales e inundaciones que registra Yemen desde mediados de abril han afectado a casi 150.000 personas, aumentando la crisis humanitaria de un país en guerra civil desde 2015, alertó hoy la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
En trece de las 22 provincias del país, especialmente en las zonas costeras, las inundaciones han causado daños en viviendas, refugios, carreteras y puentes, al tiempo que han contaminado sistemas de abastecimiento de agua y han cortado en ocasiones el suministro eléctrico, señaló el portavoz de la OCHA Jens Laerke.
“Las condiciones son especialmente duras para miles de familias desplazadas (por la guerra) que han perdido sus modos de alojamiento y alimento”, destacó en rueda de prensa virtual desde Ginebra.
La zona de la capital, Saná, controlada por los rebeldes hutíes, es una de las más afectadas, mientras que en Adén, sede provisional del gobierno reconocido internacionalmente, los cortes del suministro eléctrico han sido continuos desde que la ciudad quedara inundada el 21 de abril.
La OCHA no facilitó cifras generales de víctimas por las inundaciones, aunque confirmó que en la provincia de Marib, unos 100 kilómetros al este de Saná, hubo al menos siete muertos y 250 heridos.
La falta de acceso a agua potable en muchas zonas aumenta el riesgo de brotes de malaria o cólera, enfermedad esta última de la que este año ya se han detectado más de 100.000 posibles casos.