Puerto Príncipe, Haití.– La capital haitiana amaneció este martes por segundo día consecutivo prácticamente paralizada tras las multitudinarias protestas del domingo en contra de la corrupción y la impunidad que dejaron varios muertos y en las que grupos opositores pidieron la renuncia del presidente Jovenel Moise.
Pese al llamado del Gobierno para que la población reanude sus actividades, la mayoría ha optado al igual que ayer por permanecer en sus casas.
En Puerto Príncipe, apenas hay transporte público, las escuelas permanecen cerradas, y anoche se escucharon tiros en varias zonas.
La Policía confirmó la muerte de un agente durante una operación policial ayer en la Saline, una zona de la capital donde se producen conflictos armados, tanto entre grupos criminales como entre estas bandas y la Policía Nacional, y en la que la semana pasada se denunció el hallazgo de al menos diez cadáveres tirados entre la basura.
La Policía informó ayer que en las protestas del domingo fallecieron tres personas, sin embargo, de acuerdo a los organizadores, se registraron al menos 11 muertos.
Medios locales informaron que esta misma situación de paralización se repite hoy en varios departamentos del país tras la protesta del domingo convocadas para exigir al Gobierno que aclare el manejo supuestamente fraudulento que se hizo de los fondos de Petrocaribe, programa por el cual Venezuela suministra petróleo al país en condiciones blandas.
Grupos opositores, como la coalición Sector Democrático y Popular, también aprovecharon la protesta para pedir la renuncia del presidente haitiano, Jovenel Moise, quien hizo el domingo un llamado al diálogo, y también instaron a paralizar ayer y hoy las actividades.
Jovenel Moise se reunió ayer con los otros dos poderes del Estado y dijo en su cuenta de Twitter que este encuentro “celebrado como parte del diálogo en curso, fue una oportunidad para que evaluar la situación sociopolítica actual con el fin de proporcionar respuestas concertadas”.
La crisis económica que vive Haití, sumada al escándalo de corrupción de Petrocaribe, ha generado en una parte importante de la población desconfianza en la capacidad del actual Gobierno para mejorar la situación.
El Parlamento haitiano publicó en 2017 un informe en el que involucra a exfuncionarios del partido actualmente en el poder en presuntas irregularidades en el uso de los fondos de Petrocaribe, pero hasta ahora nadie ha sido procesado por este caso, en el que se desviaron más de 2.000 millones de dólares, según una investigación del Senado.
Pese a que el Gobierno ha reiterado en varias ocasiones su compromiso para que se investiguen las presuntas irregularidades en la gestión de los fondos de Petrocaribe, hasta el momento no se ha informado de avances.