La actriz Laura Flores aseguró que ha sido víctima de racismo en EEUU sin importar que sea rubia y tenga los ojos azules.
En una entrevista para el programa Sale el Sol, Flores recordó el incidente que ocurrió hace aproximadamente una década.
Como habitante de Estados Unidos, a la actriz le preguntaron cómo está viviendo en ese país en medio de las recientes protestas por la muerte de George Floyd y el debate que se ha desatado acerca del racismo.
Flores lamentó lo que está ocurriendo y habló de los toques de queda que se han ordenado en diversas ciudades.
La plática entonces derivó en la anécdota de Flores.
Yo creo que en este país, desgraciadamente, hay mucho racismo, yo he sido víctima de racismo
Flores explicó que, contrario a lo que pudiera pensarse, su aspecto no evitó que fuera discriminada.
“O sea, mucho ojo azul, muy güerita, lo que quieras, pero a la hora que saben que eres mexicana, en algún lugar, no en toda la vida, pero en algún lugar, una vez hace algunos ayeres fui a comprar una casa que me gustaba mucho y la dueña descaradamente me dijo que no se la quería vender a una mexicana, literal… y eso fue hace más de 10 años”.
Flores increpó a la mujer y le pidió que si tenía algo contra los mexicanos se lo dijera directamente.
“Tengo el dinero, te quiero comprar tu casa ¿por qué me estás poniendo tantos peros? ‘porque eres mexicana y no tengo ganas de que un mexicano viva en mi casa’”, contó Flores.
Otra confesión de Laura Flores
El pasado mayo Laura llamó la atención contra revelación, pues dijo que decidió abandonar México por una amenaza del grupo criminal Los Zetas.
En el programa De Primera Mano habló de cómo ha emprendido un negocio relacionado con el mundo de los animales en Estados Unidos. Esa idea ya la había llevado a cabo en el país hace algunos años, cuando decidió participar como socia de una veterinaria en la zona Esmeralda, en el Estado de México.
El negocio avanzaba bien hasta que llegaron narcotraficantes a cobrar derecho de piso.
“Esto es algo que yo empecé en México, hace muchos años, por ahí del 2008 o 2009, le metimos un dineral un amigo veterinario y yo a un local, no sabes que bonito que nos estaba quedando; una veterinaria, esto en la zona Esmeralda y que llegan Los Zetas a pedirnos rentita y yo que los mando por un tubo, me dio mucho coraje”, recordó.
En un principio ignoró las exigencias, pero la situación fue empeorando.
“A partir de ahí empezaron a amenazarme con secuestrar a mi hija María y ahí es donde yo me fui de México; obviamente la veterinaria valió gorro. Se la quedó mi socio pero yo salí de México. María tenía 9 o 10 años; ya tiene 21”.
Fuente: Infobae