Ahora fue el turno de Miguel Ángel Martínez, ex piloto de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, de testificar ante la corte de Brooklyn, Nueva York, donde se lleva a cabo el juicio en contra de uno de los narcotraficantes más famosos de la historia.
Martínez, quien también es conocido como El Toloche o El Gordo, es parte de los muchos testigos reunidos por la fiscalía estadounidense para inculpar al Chapo de los muchos delitos que se le acusan, primordialmente de ser el líder del Cártel de Sinaloa.
En su testimonio, el hombre que trabajó directamente bajo las órdenes del Chapo en el Cártel del Pacífico y quien se encargaba de contactar a los carteles proveedores de cocaína colombianos, detalló la lujosa vida de rey que vivió el narcotraficante.
Según relató el testigo en el juicio, el Chapo disfruto del boom económico que generó la demanda de cocaína en los años 90: “Cuando lo conocí [en 1987] no tenía jet. En los noventa ya tenía cuatro”.
Los autos que el narco repartió en Navidad como Santa Claus tenían un valor de casi $30,000 por auto, explica EL País, y los regalos a amigos, amantes y familiares no paraban ahí, ya que el narco tenía “mucha familia” y requería de un fuertes ingresos para mantener su estilo de vida: “Unos 12 millones de dólares mensuales”, precisa Martínez.