Managua.- Un total de 135 marineros de Nicaragua regresaron a sus casas este martes tras permanecer tres meses varados en el mar Caribe, informó el Gobierno, que les impedía el ingreso al país a causa de la pandemia de coronavirus.
Los marineros, que llegaron desde anoche a Nicaragua, se reencontraron este martes en la ciudad de Bluefields (costa este) con sus familiares, quienes llevaban más de un mes protestando ante las autoridades por su ingreso, confirmó a Efe la representante del consejo político de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco en la Región Autónoma Caribe Sur, Daysi Rubio.
La vicepresidenta del país, Rosario Murillo, explicó que Nicaragua autorizó el ingreso de los marineros luego de que la empresa en la que trabajaban, Carnival Cruise Lines, “cumplió con los requisitos” establecidos por las autoridades nicaragüenses, entre los que mencionó asumir los costos del traslado desde Curazao hasta las viviendas de cada uno, y demostrar que los trabajadores estaban libres de COVID-19.
La mayoría de marineros recién llegados son los mismos que el pasado día 4 de junio divulgaron un video desde la embarcación en el Caribe, en la que permanecían varados, exhibiendo un enorme cartel con la frase: “Somos nicas, déjenos entrar”, y en el que explicaron que su patronal había cumplido con todos los requerimientos de Nicaragua, sin recibir el permiso de repatriación.
Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, afirmó que, además de Bluefields, otros marineros fueron llevados a sus casas al departamento (provincia) de Carazo.
Por su parte, Rubio informó de trabajadores que tenían como destino final las localidades de León y Ciudad Sandino. Todos en el litoral Pacífico.
GOBIERNO: MODELO ORDENADO
El pasado día 19 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció que el Gobierno de Ortega estaba impidiendo que unos 500 nicaragüenses regresaran su país a pesar de que permanecían varados “en precarias condiciones”, en países de Centroamérica e islas del Caribe.
Adicionalmente, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cnidh) argumentó que no había leyes que impidieran el retorno de los nacionales, especialmente si sus empleadores habían cumplido los requerimientos del país relacionados con la pandemia.
La vicepresidenta insistió en que los requisitos que pide Nicaragua “es para la protección de ellos mismos (los trabajadores), de sus familias, de la comunidad en la que viven”, y que es un “modelo ordenado y seguro que tenemos que tomar en cuenta”.
En su alocución de este martes, la primera dama agregó que el Gobierno permitió el ingreso de trabajadores que permanecían varados en Panamá, sobre los cuales brindó dos cifras, 50 y 49, que estaban supuestos a entrar a territorio nicaragüense este martes.
Las autoridades nicaragüenses han reportado 83 muertos y 2.519 contagios de COVID-19 desde marzo pasado, datos que han sido criticados de forma constante por miembros del Comité Científico Multidisciplinario, de la Unidad Médica Nicaragüense, y de las asociaciones médicas del país, porque, según estos, no reflejan la realidad.
El independiente observatorio Ciudadano COVID-19, una red de médicos y voluntarios de toda Nicaragua, contabiliza 6.775 contagiados, y 1.878 muertes, de las cuales 1.749 son sospechosas por coronavirus y 129 por neumonía, hasta el pasado día 24.
El caso de Nicaragua ha despertado preocupación, tanto en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como en la Organización de los Estados Americanos (OEA), así como en decenas de intelectuales de todo el mundo.
Fuente EFE