La justicia panameña presentó este jueves cargos por blanqueo de capitales contra los expresidentes de Panamá, Ricardo Martinelli (2009-2014) y Juan Carlos Varela (2014-2019), en sendos escándalos que salpican a estos antiguos aliados convertidos ahora en enemigos políticos.
El ministerio público también decretó medidas cautelares contra ambos exgobernantes, que tendrán que firmar cada mes ante las autoridades judiciales y no podrán salir del país.
A Martinelli “le formularon cargos por blanqueo de capitales en la compra de un medio de comunicación”, dijo a la AFP Roniel Ortíz, uno de los abogados del exgobernante.
“Les voy a ser franco, esto me cabrea, estar en esta persecución política que no tiene cuando terminar. Es un caso en el que nunca me habían mencionado, que no tiene ningún fundamento ni razón. Me quieren involucrar porque me quieren anular”, declaró Martinelli a su salida del ministerio público, donde se negó a declarar.
El expresidente es investigado por el caso conocido como New Business, en el que se indaga la compra de un grupo editorial, presuntamente con dinero público, durante su mandato.
Martinelli ya estuvo encarcelado de manera preventiva durante dos años tras ser extraditado en 2018 desde Estados Unidos para enfrentar cargos de espionaje, aunque fue exonerado en 2019 por un tribunal.
Por otro lado, la Fiscalía Especial Anticorrupción “formuló cargos por blanqueo de capitales en el caso Odebrecht” al expresidente Varela, confirmó a la AFP el ministerio público.
Varela es investigado por donaciones de la constructora brasileña Odebrecht al Partido Panameñista (derecha), del que era el máximo dirigente, para varias contiendas electorales, entre ellas las presidenciales que ganó en 2014.
“Vamos a venir las veces que sea necesario para demostrar mi inocencia, aclarar cualquier pregunta que tenga el ministerio público y cumplir con el país y fortalecer el Estado de derecho”, declaró Varela tras la indagatoria en la Fiscalía. “Nadie está por encima de la ley”, agregó.
El Partido Panameñista recibió presuntamente 10 millones de dólares de Odebrecht para campañas electorales a través de distintas sociedades. La constructora reconoció haber pagado 59 millones de dólares en sobornos a funcionarios del gobierno de Panamá entre 2010 y 2014.
Inédito e histórico
El gobierno panameño de Laurentino Cortizo designó en 2019 al fiscal jefe Eduardo Ulloa, experto en corrupción y delitos financieros, en un intento por mejorar la imagen de la justicia panameña, muy cuestionada por organizaciones ciudadanas y sindicales por polémicos fallos.
La comparecencia de ambos expresidentes ante la justicia “es inédita, no sólo en Panamá, sino en el mundo”, dijo a la AFP Carlos Barsallo, presidente de la Junta Directiva del capítulo panameño de Transparencia Internacional.
“El ministerio público ha efectuado dos actuaciones muy importantes e históricas”, agregó.
En los últimos cuatro años se han abierto cerca de 30 casos por corrupción en Panamá, pero no hubo condenas contra altos funcionarios o los casos se han abandonado por fallos en los procesos, anulación de pruebas, defectos de forma o sobreseimiento.
“Las acciones contra la impunidad y contra la corrupción han ido tomando mucha más fuerza” en Panamá, indicó a la AFP el presidente de Alianza Ciudadana Pro Justicia, Carlos Lee.
Viejos aliados
Martinelli ganó las elecciones de 2009 con Varela como compañero de una formula derechista. Pero la coalición se rompió en 2011 cuando Martinelli destituyó de su cargo de canciller a Varela.
Desde entonces, estos dos empresarios y antiguos aliados políticos se han convertido en enemigos. La rivalidad se profundizó en 2014, cuando Varela se tomó la revancha al ganar las elecciones presidenciales.
En su cuenta de Twitter, Martinelli se ha referido en ocasiones a Varela como “subnormal” y “tortugón” (lento), e incluso ha llegado a retar públicamente a su antiguo aliado a pelearse. También acusa a Varela de controlar la Fiscalía para fabricarle casos judiciales en su contra.
La comparecencia de ambos el mismo día, a la misma hora y en la misma sede de la Fiscalía levantó un gran morbo en medios locales.
La unión entre Martinelli y Varela en 2009 fue una alianza “mal concebida” y solo “para ganar elecciones”, dijo a la AFP Harry Brown, director del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales.
“Luego de estar en el gobierno comenzaron a pelear y batallar por el mismo electorado”, aunque sus respectivos partidos “están siguiendo adelante sin ellos”, añadió.