El escándalo estalló cuando el portal ecuatoriano “Código Vidrio” reveló que Vicuña habría recibido en su cuenta 14.650 dólares de quien fuera su asesora Karla Obando Ortiz, y otros 26.000 dólares de “ordenantes no identificados” en los años 2009 y 2011. En total, la vicepresidenta tendría transferencias y depósitos por valor de más de 400.000 dólares desde 2008, incluidos sus ingresos como funcionaria pública, precisa el medio digital.
Vicuña se encuentra bajo el foco público después de que el lunes pasado un canal televisivo local informara de la declaración jurada de un antiguo asesor, Ángel Sagbay, que asegura haber depositado parte de su salario en una cuenta de Vicuña como “contribución” a su grupo político, Alianza Bolivariana Alfarista (ABA).
Vicuña confirmó que sí recibió depósitos de Sagbay como militante político, pero apuntó que “ese no es el inconveniente”, sino “cuando (Sagbay) declara bajo juramento mintiendo -y eso es perjurio-, que era una condición, una obligación y prácticamente una extorsión para ingresar o para mantener el cargo. Eso es absolutamente falso”.
La vicepresidenta consideró que las denuncias en su contra obedecen a una trama de extorsión y a una campaña de desprestigio de la labor del Gobierno de Lenín Moreno por parte de la oposición, con la supuesta complicidad de ciertos medios de comunicación.
La Fiscalía General ha abierto una investigación para esclarecer el origen de las supuestas contribuciones indebidas que habría recibido Vicuña y la denuncia del político opositor Andrés Páez por supuesta concusión y tráfico de influencias.
Moreno justificó la decisión en que ello permitirá que Vicuña “pueda ejercer sin interferencia su legítima defensa” y encargó a José Augusto Briones, secretario general de la Presidencia, las funciones que hasta ahora recaían en la vicepresidenta, que por el momento permanece en el cargo.
El presidente hizo el anuncio en una ceremonia en la que tomaron posesión varios cargos ministeriales, dentro del que es el segundo reajuste de su gabinete este año.
El escándalo estalló cuando el portal ecuatoriano “Código Vidrio” reveló que Vicuña habría recibido en su cuenta 14.650 dólares de quien fuera su asesora Karla Obando Ortiz, y otros 26.000 dólares de “ordenantes no identificados” en los años 2009 y 2011. En total, la vicepresidenta tendría transferencias y depósitos por valor de más de 400.000 dólares desde 2008, incluidos sus ingresos como funcionaria pública, precisa el medio digital.
El portal precisa que la alta funcionaria registra en su cuenta bancaria un total de 1,2 millones de dólares en movimientos. Obando Ortiz fue colaboradora de la ahora vicepresidenta mientras desempeñó el cargo de asambleísta por el partido de izquierdas Alianza País y a inicios de 2013, según señala la información, “se declaró firme defensora de la Revolución Ciudadana, y en particular, admiradora del entonces presidente Rafael Correa”.
Vicuña se encuentra bajo el foco público después de que el lunes pasado un canal televisivo local informara de la declaración jurada de un antiguo asesor, Ángel Sagbay, que asegura haber depositado parte de su salario en una cuenta de Vicuña como “contribución” a su grupo político, Alianza Bolivariana Alfarista (ABA).
Vicuña confirmó que sí recibió depósitos de Sagbay como militante político, pero apuntó que “ese no es el inconveniente”, sino “cuando (Sagbay) declara bajo juramento mintiendo -y eso es perjurio-, que era una condición, una obligación y prácticamente una extorsión para ingresar o para mantener el cargo. Eso es absolutamente falso”.
La vicepresidenta consideró que las denuncias en su contra obedecen a una trama de extorsión y a una campaña de desprestigio de la labor del Gobierno de Lenín Moreno por parte de la oposición, con la supuesta complicidad de ciertos medios de comunicación.
La Fiscalía General ha abierto una investigación para esclarecer el origen de las supuestas contribuciones indebidas que habría recibido Vicuña y la denuncia del político opositor Andrés Páez por supuesta concusión y tráfico de influencias.